La Guerra de Quito.
de Arequipa, con voluntad de se juntar con el visorey,
el cual, llegado á aquella cibdad, tiabló con el capitan
Alonso de Cáceres, hombre valeroso,
y
que en lago–
bernacion de Cartagena fué capitan general y tuvo
otros honores y cargos; de lo cual yo soy buen tes–
tigo, pues, en
el
descubrimiento de TJrute melité
debajo de su bandera y pasamos muchos trabajos,
hambres, miserias,-como verán los lectores en un
libro, que yo tengo comenzado, de las cosas subcedi–
das en las provincias que confinan con el mar océano;–
y
despues de venidos nosotros con el licenciado J uati
de Vadillo en la jornada que hizo, segun .atrás con–
té
(a),
pasó á estas provincias. Y llegado Serna
á
Are–
quipa,
y
sabido por el capitan Alonso de
~aceres
la
dañada intencion de Gonzalo Pizarro, acuerdan de to–
mando dos naves que había en el punto de aquella cib–
dad, de se irá la de Los Reyes á juntar con ei visorey;
lo cual hecho, se dieron priesa; y llegados á Los Reyes,
fueron del visorey bien recibidos. En
el
ínterin que esto
pasó, se huyó un mancebo, llamado Martin de Vadi–
llo
(b),
en el Cuzco,
el
cual fué ahorcado por Alonso de
Toro.
Y despues que Gonzalo Pizarro todas las cosas
tuvo
aparejadas, mandó
á
los capitanes Juan Vélez de Gue–
vara, Pedro Cermeño, que saliesen de Xaquixaguana;
(a)
Probablemente al fin del libro primero
ó
principios del segundo de
la cuarta parte de esta Crónica, ó sea la titulada
Guerras ci<Viles.
(b)
Herrrera le llama Juan,
y
añade que era hijo del licenciado Vadillo,
el del viaje de Urabá
á
Popayan. (Déc. VII, lib. VIII, cap. III. )
....,.,..
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