Capítulo XXVIII.
IOI
Y luégo dende á pocos dias que Aldana escribió esta
carta al visorey, se partió de la provincia de Xau:x:a,
para se ir á ver con él á la ·cibdad de Los Reyes; y el
visorey mostró holgarse con su venida.-El capitan
Juan de Saavedra, en este tiempo, le pidió licencia para
se ir á Guánuco, y el visorey se la dió.
No -tardaron muchos dias cuando en la cibdad clara–
mente se entendió y supo · por cosa ciert.a, cómo en el
Cuzco habia sido Gonzalo Pizarro recibido por procu–
rador, para venir á suplicar de las ordenanzas; y esto
fácil cosa era de entender, porque en todo tiempo se
carteaban los vednos de Lima con él, enviando sus
postas, las cuales en breve iban y venian. La nueva
-cierta tenían ya los vecinos, y unos á otros alegremente
se•hablaban diciendo, segun dicen:-¿Por ventura no
sabeis la alegre nueva que hay? Pues ya está nombrado
Gonzalo Pizarro por procurador para venir contra este
temerario del visorey. Otros, que ya lo sabían, dán–
dose de hombro, se apretaban las manos, no podiendo
tener la risa que por la boca les salia. En conclusion,
grandísima era el alegría que todos tenían.
E generalmente resmaneció nueva que decian estar
Pizarra en el Cuzco haciendo gente de guerra; y como
aquello oyese el visorey, sintiólo grandement€, mas no
dió á entender ni decia otra cosa, sino que, siendo
Gonzalo Pizarro caballero servidor del
~ey
y hermano
del Marqués que descubrió las provincias, no .querría
conseguir renombre de traidor;
y
deseaba que viniesen
los oidores para asentar el audiencia; y muchas veces
· estuvo determinado para ir al Cuzco á la ligera, lle-