Capítulo XXVII.
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lo cual, evidente ejemplo
é
notable será para mí, pues
poniendo yo las manos en escribir obra tan difícil co–
mo es la que relatamos, por via ninguna ni manera
puedo
~ejar
de pasar grandes vigilias, mirar que las
relaciones unas con otras concuerden y que en cosa
alguna nos , apartemos de la verdad. Y ansí como yo
conozco que la obra que .co_n el auxilio divino he
puesto en escritura es digna de que yo padezca los
trabajos arriba dichos, en ninguna parte della me ví
tan congojado como en este punto, porque mi débil
juicio no bastaba· á declarar cosas tan grandes, y es–
tuve por hacer fin en mi oracion, dejando el campo
· abierto para
qu~
otro más sábio lo prosiguiera. La
persuasion y induccion que he tenido en ella me da
ánimo para que la
lleve
adelante.
Recibido en la cibdad de ' Los Reyes el visorey
Blasco Núñez Vela, y habiendo pasado con el teso–
rero lo que ya hemos escrito, el fator Illan Xuárez
de Carvajal, servidor del Rey derechamente, escribió
, .
una carta en cifras, que yo en mi poder tuve, al licen-
ciado Benito Xuárez de Carvajal, su hermano, en que
por ella le amonestaba sirviese lealmente al Rey, y si
en las provincias de arriba hobiese movimientos, no ·
se hallase en ellos ni prestase consentimiento, ántes,
pudiendo salirse, fuese á la cibdad de Los Reyes,
á
donde hallaria al visorey Blasco Núñez Vela;
y
otras
amonestaciones sobre este efecto. Vista esta carta por
eJ licenciado, respondió en cifras al mismo fator, que
él haria lo que le escribia sin salir un punto dello; y
al visorey escribió lo que pasaba en el
Cuzc?.
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