Capítulo XX.
71
· hacia, dijo
á
los regidores que recibiesen al visorey con
toda voluntad,
y
que no tenian necesidad de ningun
·requir,imi~nto;
y ansí,
pot
el dicho de Diego de
Ag.üe..:.
ro, se alegraron algo y dieron . órden para el recíbi–
miento
(a).
En este tiempo, don Jerónimo de Loaysa, obispo de
Los Reyes, , que
tam~ien
lo habia sido de Cartagena,
y
el
licenciado Vaca de
Ca~tro
y
d
fator Illan Xuárez
y
el capitan Juan de Saavedra, Pablo de Menéses y el
fator Juan de Salas
y
otros caballeros vecinos, sabido
quel visorey ya estaria cerca de la cibdad, salieron á le
recibir y anduvieron hasta que se encontraron con él,
y se rescibieron muy bien,
~ostrando
holgarse el vi–
sorey de ver al obispo;
y
pasar.onentrel · visorey
y
el
obispo ciertas práticas sobre lo de Vaca de Castro, al
cual el visorey mostró gran voluntad. Y pasadas otras
<le
bu~na
crianza, el
obisp~
le dijo que pluguiera á
Dios hubiera llegado con más brevedad á la cibdad de
Los Reyes, porque con su presencia hubiera cesado la
ida de los vecinos que .se fueron al Cuzco;
y ·
que le
parescia seria cosa provechosa y de buena cristiandad
suspender las leyes
y
avisar á S. M. del alboroto y es–
·cándalo que habia causado el sonido dellas; y que su–
piese que para todo lo que conviniese al servicio del
Rey estaba muy aparejado. A lo cual respondió el vi-
-sorey: que tal confianza tenia S. M. de Su señoría
y
·no ménos él;
y
que pensaba con su favor cobrar ánimo
·
~a)
Todo esto desde el principio del capítulo lo calla Herrera.