La Guerra de Quito.
Los Reyes á lo que vamos contando,
y
Vaca de Cas–
tro, por saber que estaba mal con el tesorero Alonso
Riquelme, y quél y los otros regidores habian recibido
al visorey por el traslado simple de la provision, ha–
bló con Lorenzo deEstopiñan(a),-que allíhabia venido
á
le informar de las cosas que pasaban
y
á ver si p0dia
negociar con él que le diesen algunos indios,-que pues
era amigo del tesorero, que lo confederase con él, que
le daría mejores indios que los que .le habia quitado.
Estopiñan se volvió
á
la cibdad, y
el
tesorero le respon–
dió
á
lo que de parte de Vaca de Castro dijo, que ¿qué
amistad habia él de tener con Vaca de Castro, pues le ·'
había quitado los indios y sobre todo vendria y le cor–
taría la cabeza? Era este tesorero muy sábio y entendi–
do y cauteloso para hacer sus hechos; en todos los ne–
gocios .árduos y de calidad metió las manos, y despues
sabia salirse afuera.
El
lic~nciado
de ]a Gama, llegado á Los Reyes, fué á
la posada del tesorero Riquelme,
y
le persuadía, como á
hombre más principal,. que hiciese cabildo, y quél tor–
naría á tomar la vara de tiniente, porque, al tiempo
que salió de la cibdad, no la habia dejado ni partido ma–
no della con las
soleni~ad~s
y hábitos que se
req~e
rian;
y
que sin esto, el visorey le habia escrito que
se estuviese en la cibdad como se estaba y hidesen
que le rescibiesen como S.M. lo mandaba; y aunque
esto fue verdad
y
el visorey lo escribió, la intencion del
(a)
Este apellido se halla escrito en el texto de
difer~nres
maneras,
pero adoptamos la propia.