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La Guerra de Quito.
sus mañas nuevas amistades, y en las que tenia fijas,
arraigarse de nuevo.
CAP. IX.-Cómo el gobernador Vaca de Cas–
tro entró en Los Reyes, y de
.lo
que más pasó.
,.
N
o podemos negar que Vaca de Castro
fué
un varon
avis,ado, y que si la codicia no le subjetara, verdaT
deramente él gobernó el reyno
prudent~mente;
mas.
no embargante que habia deshecho la gente y no venia
sino con algunos caballeros vecinos del Cuzco, con
ellos trataba la manera que ternia para entrar en la
cibdad; porque, sabido por él que los del cabildo
habian recibido al visorey por un traslado simple,
deseaba que ellos mismos le tornasen á ofrecer
el
gobierno, para que pudiese responder al visorey...
Y mandó al licenciado de la Gama, su teniente que
habia sido, que se partiese · para la cibdad
y
tornase
á tomar la vara de su teniente, y escribió cartas á
muchas personas muy graciosas y llenas de fav·ores
y
de esperanzas, y á algunos que dél estaban quejosos,
hacia nuevos proveimientos. Y en esto de dar cédulas..
y provisiones, Vaca de Castro nunca lo dejó de hacer
hasta que entró en Los Reyes; fsi la fecha de las cédulas '
y
despachos quél daba decia de entóhces ó de ántes,
a