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1x1.raprepararse a bien morir, ora
Crlté
o no arrepentido, será entregado
3
la jtisticia segL1.r en virtud de la sentencia.
4.
o
Esta debía terminar en la fórmula siguiente:
"Por tanto, no pudiendo la igle>ia
ac r nada de
1101,
y habiendo en valde
"usado de cuantos medios tiene para convertir
a
los pecadores,
os
declara
"mós relapso
y
pertinaz,
1·elajá-ndoos a la jt1stiria seglar,
a
la cual
sin
"embargo rogamos con ahinco qúe no os castigue con pena de 1nuerte,
ni
"corra sangre, etc."
OMÍTULO XIV.
.De los delitos que conoce el Santo Oficio.
l.
0
Los blasfemos que
blasfe~ando
dicen cosas cQntra la fé de Cristo, se
deben reputar herejes,
y
ser castigados bomo tales por los inquisidores con
las
penas de
der~cho;
por ejemplo, uno que diga:
ta,.
malo
está
el
tiempo,
que
.Dios mismo no
puede
ponerlo bueno,
peca en asunto de fé contra el primer
articulo del Credo.
(.Direc. part.
2,
cuest.
41.)
2.
0
Llevan algunos autores que los
borrachos
que profieren blasfemias
pueden ser castigados como herejes,
cuando 8e
les
ha
pasado la borrachera,
porque es de
presumir
que dicen entonces lo que sienten cuando están en su
jllicio.
(1 ).
3.
0
Deben reputarse blaSfemos lo que dicen sobre
la
fé,
Dios
y
los au–
tos, como
si
alguien dijese:
si no soi casado en este mundo, lo
ser¿
en
el
otro
y
sustentare este desatino, deberá ser reputado en categoría. de hereje.
3.
o
Ep
tercer lugar conoce el
anto Oficio de los que invocan al diablo,
los cuales se dividen en tres clases. Los de la primera son los que le
tribu–
tm~
culto de idolatda,
sacrificándole, arrodillándose, cantándole hymnos,
guardando castidad,
o ayunando en gloria suya, alumbrando sus imájenes, o
dándoles incienso, etc. Los segundoo se
ciñ~n
al
culto de
dulía o !tiperdulía,
mezclando nombres de diablos con los de los
santo:~
en
laS
letanías,
y
rogán–
doles que sean sus inter<:esores con Dios, etc. Los últimos son lo q11e in–
vocan al demonio, dibujando
figuras
májicas,
poniendo un niiio m medio de
un
círculq, valiéndose de una espada, una cama,
~m
espejo,
etc.
Por lo
comun
se conocen con mucha facilidad los q\le invocan
al
demonio
por su
mi:mr horroroso
y
su facha espaMable, que proviene de su continuo trato
ron el diablo.
{1) En esta misma opinion coincidia ell\ntor de nna vista. fiscal de nuestros tribuna.
les
a
fines
del siglo pasado, que encontramos
en
los papelea de don
Judas Tadeo
Reyes,
y
en
la
que,
habland~
de los borrachos, se espresab& en los li.guientes tér–
minos;
''Los teólogos dicen que si el borracho hablA J¡erejias, podrá castigarlo
el
l8llto
tribunal de
la
Inqui@i.cion,no por hereje talvez, si no ha.i otros adminículos, sino
po.,.
la OBpCclw de que cuando atén e-renos padeten al{ftm error acerr4
de
lo
que hahla1t
ru(¿nlÚJ embriagallw."
YRANC. MOT.
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