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, de
rciir
y
gobe'rnar
;,Igl esia.''
toda la
sos
t.
y
Entimio, porque
J.
C .
Concilios sin cabeza.
La unidad con qne tan
ar–
momosamente
fuudó nuestro
Sah·ador divino la Iglesia San–
ta, si el autor la ha intentado
destruir ('.n casi todas las propo–
siciones que llevamos censura–
das, no la hace menos en - la
presente: concediendo por polí–
tica la íntervencion del Papa
en la
pag.
93, lin. 12, dice:
Si
á
todo
se niega,
[el Pa]Ja]
el Es–
píritu Santo no se negará
á
asis–
tir
con
sus
in.~piraciones,
dones
y
gracias
á
los
Padres congre–
gados
á
su
norn!n·e,
y
bajo
de
su
proleccion,
paHl
que acierten en
sus
determinacionf!s.-Esto
está
refutado con lo qne acabamos
de
decir:
no obstante ai1adiré.
Los Paches no se congregau á
nontbre del Espíritu
~anto,
si
no son congregados con la
at~toridad. de aquel que en la
Igl~.sia es cabeza visible de ese
cuerpo.
.El Espíritu Santo no
asiste con inspiraciones, clones
y
gracias,
a
los desobedientes
que traspasan la ley de Dios,
que ies manda honrar á sus ma–
y ores: no asiste á los qnP. están
eu discordia, sino unidos en su
.nombre, esto es, en caridad, en
g·raeia,.
ó
~egun
su santísima
volt;mtad,
ó
al honor
y
gloria de
su nombre. Así se entienden
esas palabras,
uhi enim sunt duo
veL
tres congregati in nomine
m eo,
segun ias esponeu S. Dío–
·m.slO
Ga-1·tus,
S. Hilariu, el Cri-
habita entre los unidos. Digo
mas: de dos modos se unen los
hombres,
ó
para representar el
cuerpo de la Iglesia de Cristo,
ó
para represeutar alguu parti–
cular congreso, y ejercitarse en
oraciones
ú
obrns de piedad.
Si
del segundo modo, ya
aca~
bamos de espresar .Ja inteligen–
cia ele las palabras. El Sah·a–
dor
las
dijo en ocasion de que
recomendaba. el que pidiesen
y
orasen.
El
enim
denota la oru–
cion anterior de
o
mni ·1·e qua–
cumque
petierint,..fiet
illís
á
Pa–
tre
meo qui est in
ca;Lis,
ubi
enim
<J-.
pt·ometlendo estar en
merlio de
aqu~llos
corazon·es
unidos del modo dicho, .
y
por
direccion del . Espíritu Santo.,
piadosa exaudicio1;1 y goberpa–
cion graciosa de aquellos rue–
gos, porque tales son
a
los que
J.
C. rije, proteje é ilustra, por
quienes ha dicho en los
Pro–
\:erbios: mis delicias son e.stár
con los .hijos de .los hombres.
Si del primer modo, esto es, pa–
ra representat· el cuerpo de la
Iglesia de
J.
C., aqui
~s
indis–
pensable que ' los miembros se
unan con su cabeza; si no;· el
cuerpo que van á representar
estará diforme , imperfecto
y
muerto, pues no hay cuerpo qne
viva siu cabeza.
Y
si la asis–
tencia· dPl Espíritu Santo está
a
favor de los que oran
y
se
unen del modo, dicho · arriba,
aun' cuando esta nnion no sea
mas. q ne de dos
ó
tres,
y
tan
pronta que . el Sal.Yador no lé;t
_qfi·ece
de
futuro
ib~
ero,
sino de