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J\.Ias: si
la
I glesia es la antor-
guridad en los
succeso1·es?
c ha
qne debe confltrcirnos, es
l.
0
Niego
el
supuesto
de
pre0iso sujetarnos humilrlemen· qup. el primer Pontífice
fu é in–
t e
á
su
dicho para no egtra,riar-
fiel.
2.
0
Mala Lógica arguir·
nos ni perdernos:
La
Iglesia de particular
á
universal.
uos ha dicho que Gmgorio VII
Cuanrlo
S.
PPdro hizo la ne'–
es santo; luego es preciso darle gacion no era Sumo Pontífice,
el honor, el ' respeto
y
venera- porque estaba visible el
funcla–
cion que nos manda la Iglesia. mento
y
la piedra angular que
Es asi que d autor en la pag.
€S __
J.
C. I..as palabras.
edi~
112,
lio.
10,
dice:
la
impruden- ficabo,
y
tibi dabo,
convencen
cia de S. Gregon,'o;
lnego ya la el tiempo · por : venir
y
no el
Iglesia no es la
depo~itaria
de presente. Mas: allí no· estaba
la
sabiduría de su atítor, ni
me-
Pedro
in Ú1thedra
ni podia es-–
nos la antorcha que debe rejir- tarlo, porque estaba Yivo
J.
Cr
110~.
¿Por qHér Porque para
e~-
y
su Iglesia no podia tener dos
lificar
á
uno de santo
PS
necesa- cabezas visibles; de aqní se
t·io ver
si
supo ejercitar las
vir-
sigue que pecó· Pedro, mas no·'
turles teologales
y
cardinares~
á
él
Sumo Pontífice.
El
decirlo–
S.
Gregario le faltó la prnden· hace formar
muy
b~jo
concep–
cia, como lo · afirma con tanta to de la sagrada Cátedra,.
y
libertad el autor; luego
ó
él se está opuesto
á
la historia
de
equivocó clásicamente,
y
en es- la Iglesia,
y
principalmente
á
te caso se estravió
y
perrlió,
ó
la del Siglo decimo que decla–
se
le ocultó á la sabiduría de
la
ra, se les debe guardar
~odo
Iglesia este dPfecto,
y
prrÓ respeto
y
reverencia á }os Sa·
cuando lo
llamó
santo: por con- mos Pontífices, por mas ma1 .–
secuencia ya no es infalible, ya dailes que cometan llevados de
DQ
debe rt:iirnos como antor- la rfragilidad humana;
y"
que
eha. ¿Hay cabeza donde que- la granrleza
y
e1Gvacion .del Su.:.
pa-
todo esto?
¿Se
pueden com- - mo Sacerdocio
no
debe des·–
binar todas estas doctrinas?
¿y
preciarse
pot
~a
perversidad rle
no tienen nada de erroneas, cis- costumb1·es de los que lo
tienen ~
máticas é impías? · Si estos son La tal proposicion seduce
á
los Prolegómenos, ¿qué
se1·áu
desconfiat• de los succesores ele
las materias?
· S Pedro.
y
no puede" sostener- _
se sin p r·1igro de error en la
·fé,
Blasfemias contra S. Pedro
4'c. pvrqne es una ocasion muy pro•
En la pag. 80. lin. 34, dice:
El
primer
Pontifice no
elegid:(}
por
Cardenales
á
influjo de los
· Monarcas, sino
por
P.l.verbo en-
carnado
fue
infiel; ¿habrá se-
xima para que los cristianos·
falten
a
la obediencia,
á
la su–
bordinacion
y
respeto q-ue
de~
ben al Vieario de
J.
C.
y a
que
tal vez duden ·O.e las Canoni•
zaciones de los Santos, de la.