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( 144 )

J\.Ias: si

la

I glesia es la antor-

guridad en los

succeso1·es?

c ha

qne debe confltrcirnos, es

l.

0

Niego

el

supuesto

de

pre0iso sujetarnos humilrlemen· qup. el primer Pontífice

fu é in–

t e

á

su

dicho para no egtra,riar-

fiel.

2.

0

Mala Lógica arguir·

nos ni perdernos:

La

Iglesia de particular

á

universal.

uos ha dicho que Gmgorio VII

Cuanrlo

S.

PPdro hizo la ne'–

es santo; luego es preciso darle gacion no era Sumo Pontífice,

el honor, el ' respeto

y

venera- porque estaba visible el

funcla–

cion que nos manda la Iglesia. mento

y

la piedra angular que

Es asi que d autor en la pag.

€S __

J.

C. I..as palabras.

edi~

112,

lio.

10,

dice:

la

impruden- ficabo,

y

tibi dabo,

convencen

cia de S. Gregon,'o;

lnego ya la el tiempo · por : venir

y

no el

Iglesia no es la

depo~itaria

de presente. Mas: allí no· estaba

la

sabiduría de su atítor, ni

me-

Pedro

in Ú1thedra

ni podia es-–

nos la antorcha que debe rejir- tarlo, porque estaba Yivo

J.

Cr

110~.

¿Por qHér Porque para

e~-

y

su Iglesia no podia tener dos

lificar

á

uno de santo

PS

necesa- cabezas visibles; de aqní se

t·io ver

si

supo ejercitar las

vir-

sigue que pecó· Pedro, mas no·'

turles teologales

y

cardinares~

á

él

Sumo Pontífice.

El

decirlo–

S.

Gregario le faltó la prnden· hace formar

muy

b~jo

concep–

cia, como lo · afirma con tanta to de la sagrada Cátedra,.

y

libertad el autor; luego

ó

él se está opuesto

á

la historia

de

equivocó clásicamente,

y

en es- la Iglesia,

y

principalmente

á

te caso se estravió

y

perrlió,

ó

la del Siglo decimo que decla–

se

le ocultó á la sabiduría de

la

ra, se les debe guardar

~odo

Iglesia este dPfecto,

y

prrÓ respeto

y

reverencia á }os Sa·

cuando lo

llamó

santo: por con- mos Pontífices, por mas ma1 .–

secuencia ya no es infalible, ya dailes que cometan llevados de

DQ

debe rt:iirnos como antor- la rfragilidad humana;

y"

que

eha. ¿Hay cabeza donde que- la granrleza

y

e1Gvacion .del Su.:.

pa-

todo esto?

¿Se

pueden com- - mo Sacerdocio

no

debe des·–

binar todas estas doctrinas?

¿y

preciarse

pot

~a

perversidad rle

no tienen nada de erroneas, cis- costumb1·es de los que lo

tienen ~

máticas é impías? · Si estos son La tal proposicion seduce

á

los Prolegómenos, ¿qué

se1·áu

desconfiat• de los succesores ele

las materias?

· S Pedro.

y

no puede" sostener- _

se sin p r·1igro de error en la

·fé,

Blasfemias contra S. Pedro

4'c. pvrqne es una ocasion muy pro•

En la pag. 80. lin. 34, dice:

El

primer

Pontifice no

elegid:(}

por

Cardenales

á

influjo de los

· Monarcas, sino

por

P.l.verbo en-

carnado

fue

infiel; ¿habrá se-

xima para que los cristianos·

falten

a

la obediencia,

á

la su–

bordinacion

y

respeto q-ue

de~

ben al Vieario de

J.

C.

y a

que

tal vez duden ·O.e las Canoni•

zaciones de los Santos, de la.