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LA INQUISICION DE LIMA
nY
por quanto la absolucion de los dichos crímenes y
delitos, como dependientes de la heregía
y
sospechosos
della, nos está especialmente reservada,
y
assí la reserva–
mos, mandamos, debaxo de las dichas penas
y
sentencias
de
exc~munion
mayor
1pso jacto incurrenda,
que ningun
confesor clérigo, o secular, ni religioso, de qualquier gra–
do, dignidad o preminencia que se.a., ni so color de nin–
gun indulto o privilegio (aunque haya emanado de la San–
ta Sede Apostólica, la qual, en quanto a ésto los tiene
todos reservados) no sea osado a absolver sacramental–
mente a ninguna persona que fuere culpada en qualquiera
de las cosas sobre dichas, o supieren de otras que lo son,
~ntes
las adviertan la obligacion que tienen a denunciar–
lo
y
n1anifestarlo ante Nos. Y hasta haberlo hecho, no les
concedan la absolucion sacramental, ni fuera de la confe–
sion se entremetan a interpretar las dichas bulas
y
breves
apostólicos, aconsejando
y
dando. pareceres sobre si las
cosas que se les comunican son de las comprendidas en
ellos o no,
y
pertenecientes al conocimiento del dicho
Santo Oficio, al quallas remitan, con todo secreto, donde
se les dará el despacho conveniente.-Dada en la ciudad
de los Reyes, en
1630.
55
·
Pero el mal no cesaba, i un siglo despues el Marqués
de Castelfuerte daba todavía cuenta al Rei del estado de
las costumbres de seglares
i
eclesiásticos, en los términos
siguientes:
"Señor:-El público escándalo de los amancebados me
constituyó en la precisa obligacion de ver si podia ocu–
rrir en parte al remedio de tan diabólicas consecuencias,
por haber llegado este delicto en estos payses a su mayor
desenvoltura, y haberme acusado la conciencia muchas
personas de elevado espíritu; tuve por conveniente dar
comision especial para estas providencias al doctor don
Thomas de Brun, alcalde del crímen de esta Real Audiencia,
para que las atendiese con la xptiandad y prudencia corres–
pondiente, como en carta de trece de setiembre tengo par–
ticipado a V. M.,
y
aunque es así que con mi aplicacion y
celo y el que asiste a este ministro, se han estinguido
55.
Libro
760-9,
fol.
11.