\
474
LA INQUISICION DE LIMA
tan asquerosas que la pluma se resiste a entrar en este
terreno
5
4
•
iQué decir de lo qne
pas~ba
en el
confesonario~
El nú–
mero de sacerdotes procesados lo está claramente manifes–
tando. Los Inquisidores alarmados con lo que estaba suce–
diendo, especialmente en el Tucuman, ocurrieron al Consejo
en demanda de que se les permitiese agravar las penas im–
puestas en tales casos, i no contentos con ésto, promulgaron
edictos especiales, como los que habían fulminado contra
los hechiceros, para ver modo de poner atajo a las solicita–
ciones en confesion, segun puede co1nprobarse por el que
trascribimos en seguida.
11N
os los Inquisidores contra la herética pravedad
y
apostasía, en la ciudad
y
arzobispado de los Reyes, con el
arzobispado de la provincia de los Charcas,
y
los obispa–
dos de Quito, el Cuzco, Rio ele la Plata, Tucuman, San–
tiago de Chile, la Paz, Santa Cruz de la Sierra, Guan1anga,
Arequipa y Truxillo; y en todo los reinos, estados y seño–
ríos de la provincia .del Pirú y su vireinado, gobernacion
y distrito de las Audiencias reales, que en las dichas ciu–
dades, reynos
y
provincias residen, por autoridad apostó–
lica, etc.
11A
todos los vecinos y moradores, estantes
y
habitantes
en todas las ciudades, villas
y
lugares deste nuestro dis–
trito, de qualquier estado, .conclicion o preminencia que
sean, exemptos y no exemptos, y cada uno y qualquiera de
vos a cuya noticia viniere lo contenido en esta nuestra
carta, en qualquier manera, salud en nuestro Señor Jesu–
christo, que es la verdadera salud,
y
a los nuestros man-
54. <(Por la relacion del negocio de Fr. Francisco de la Cruz verá U.
S., decian los Inquisidores en 18 de marzo de 1575, cómo confiesa ha–
ber caido en el pecado nefando con dos frailes de su Orden, y asimis–
mo confiesa que se entendía por los frailes de aquella casa que babia
entre ellos algunos que cometían aquel pecado, y mucho, en particular
algunos;
y
parece por la dicha confesion que acerca deste pecado hay
mucho daño en aquel monasterio y Orden, y mayormente le babia en
aquBl tiempo entre los frailes novicios. Damos desto noticia a U. S. pa–
ra que, pareciendo que conviene para obviar este daño que por nuestra
parte se hiciese alguna diligencia, sea U. S. servido de nos mandar el
órden que tendremos:)) a lo que se respondió en 24 de enero de 1576
que no se entremetiesen en ésto.