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LA INQUISICION DE LIMA
crilegios, prohiben a las personas con quien los cometen
que no se confiessen con otros confessores ni puedan sa–
lir del engaño en que los tienen, de que no son easos to–
cantes al Santo Oficio;
y
que demas desto, otros confeso–
res, con ignorancia de que el conocimiento
y
punicion
dellos nos está cometida privativan1ente por diversas bu–
las e indultos de la Santa Sede Apostólica, o dándoles
siniestras interpretaciones, absuelven en las confesionef:j
sacramentales a las personas culpadas en los dichos deli–
tos,
y
a las que han sido solicitadas
y
tenido los dichos
tratos
y
conversaciones deshonestas, o saben de otras que
las han tenido, sin declararlas la obligacion que tienen
de manifestarlo ante Nos. Y que a ottos letrados
y
per–
sonas doctas o tenidas
y
reputadas por tales, cuando se
les consultan
y
comunican fuera del acto de la confession
algunos destos casos, se adelantan en conformar
y
dar
pareceres de que no son de los tocantes al conocimiento
y
censura del Santo Oficio, aunque ademas de estarles ésto
prohibido en los edictos generales de la fee, impiden el rec–
to
y
libre exercicio del dicho Santo Oficio, y quedan sin
punicion
y
castigo pecados
y
excesos tan graves y opues–
tos a la pureza.
y
sinceridad de nuestra santa fé católica:
porque nos pidió el dicho fiscal, que, atenta la gravedad
y
frecuencia de los dichos delitos
y
las muchas
y
graves
ofensas que con ellos se cometen contra Dios, nuestro Se–
ñor, proveyéssemos de competente remedio, mandando
publicar nuevos edictos, agravando
y
reagravando las
censuras por Nos fulminadas,
y
executalíldo contra los
transgressores
y
sus fautores
y
encubridores, en cualquier
manera, las penas esta.tuydas por derecho
y
por los di–
chos breves: indultos
y
bulas apostólicas-, especialmente
por las de los Sumos Pontífices Pio IV, Paulo V
y
Gre–
gorio X·V, de felice recordacion.
"y
por Nos, visto su pedimento ser justo
y
que habien–
do crecido tanto la exhorbitancia
y
abuso de los dichos ex-
1Cesos, toca a nuestra vigilancia y obligacion proveer de
\medios mas eficaces para atajarlos,
y
que las cosas sagra–
das y sacramentos de nuestra Santa Madre Iglesia se tra–
ten
y
administren con la integridad, acato
y
reverencia
que se les debe. Mandamos dar
y
damos la presente para