Previous Page  488 / 524 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 488 / 524 Next Page
Page Background

480

LA INQUISICION DE LIMA

que

entienden con la mi_sma libertad que si fueran secu–

lares, sin atender al estado sacerdotal, ni conocer superior

que se les

emb~raze,

ni ménos los corrija, obrando con esta

contratacion y celebrando las escripturas de sus tratos,

contra todo lo que debia ser de su obligacion, desenten–

diéndose de las sanciones canónicas

y

conciliares de su

prohibicion; en cuyos términos parece ha de convenir el

que V. M. se digne ordenar a los arzobispos, obispos y

prelados (que con tanta tibieza y omision toleran estos

inconvenientes, por las utilidades que de ésto se les sigue

en sus visitas)' procedan con vigilancia y celo, a desarraigar

los vicios de la sensualidad escandalosa y públicos tratos

que celebran sus súbditos, para que por su continencia en

estos dos asumptos tan destructivos del bien comun, se con–

siga el remedio universal que debe solicitarse, pues eon el

castigo en dichos eclesiásticos y su correccion, que pudie–

ra reducirse a desposeerles de sus prebendas y a estrañar–

les del reyno, se facilitaría el que los demas se contuvie–

sen, temerosos del castigo

y

aplicacion de sus prelados;

agregándose el que yo, en los casos expresados, les daria

el auxilio que me pidieren para el efectivo cumplimiento

de las providencias mencionadas, las cuales no pueden

tener el que xptianamente les corresponde (por mas que

mis instancias, celo y aplicacion lo soliciten) en el ínterin

que V. M. por su real cédula se digne advertir

y

n1andar

a dichos prelados eclesiásticos, la execucion de aquellas,

con lo demas que sobre este punto fuere del mayor servi–

cio de V. M.-Dios guarde la O. R. P. de V. M. como la

xptiandad ha menester. Lima

25

de marzo de

1725.–

El Marqués de Casteljuerte.

,,

56

El frances Frezier ·que visitó a Lima por esta época, ape–

sar de su corta estadía en ella, llegó a vislumbrar lo sufi–

ciente para que sus apreciaciones concuerden en un todo

conlas del Marqués. nParece, dice el distinguido viajero,

que por el número tan crecido de conventos i casas reli–

jiosas de ambos sexos, se debía conjeturar que Lima fuese

una ciudad en que reinase la devocion mas grande; falta

mucho, sin embargo, para que estas hermosas apariencias

56.

Archi~o

de Indias.