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LA INQUISICION DE LIMA

que hacen la observancia, con escándalos

y

descréditos ta–

les que no son para repetidos. Fomentáronlos los Inquisi–

dores, y con empeño, Cabezas, tanto que queriéndose el

presentado Paredes ir fuera de casa sin licencia,

y

man–

dándole el provincial no fuese, dijo iba al Tribunal, en

en que no tiene ejercicio el provincial: le respondió pi–

diese licencia, no quisso,

y

el Tribunal envió a don García

de Ijar, su alguacil mayor, en forma, a decir al provincial

que como impedia fuese aquel religioso a la Inquisicion,

y

el provincial respondió que solo impedia fuese sin li–

cencia.

11Quedó la obediencia de gracia; quiso el provincial re–

parar tanto daño; fué de los rebeldes fray Pedro Roman,

·.persona honesta, que llaman, de la Inquisicion, frayle que

no habia estudiado, y parecióle empezar por él, por ir pru–

dentemente, temiendo a los Inquisidores, que aunque

no tienen juridiccion en ésto, co1no ni hay fuerzas ni re–

curso, no es bien ponerse a decir: mándole ir al Callao, y el

inquisidor Cabezas envió un recado que lo suspendiese.

Escusóse el provincial cortesmente,

y

dentro ele muy po–

cos dias vino órclen del Tribunal que era · necesario aquí

para su ministerio. El provincial trájolo

a

la Recoleta; in–

quietaria mucho a todos; mandóle con censuras que fuese

y

viniese al Tribunal vía recta y que acabado lo que tenia

que hacer en la Inquisicion, se fuese a Trujillo,

y

el Tri–

bunal envió a notificar un auto con censuras al provincial,

que notificó don Pedro Faria su secretario, que repusiese

el auto y censura contra el padre fray Pedro Roman: re–

púsolo

y

trájole a este convento, con que, conociendo que

los principales agresores del tumulto eran calificadores,

habian de hacer lo mismo y quedar en peor estado, se re–

tiró y quedó la religion en el miserable que hoy tiene.

"Enviaron los rebelados por su procurador a España a

fray Nicolas de Acuña, hombre escandaloso, que aquí con

un pistolete se clefendia, y en Quito hizo grandes excesos

contra los prelados; ahogóse en la almiranta · que se per–

dió en los Mimbres: a éste se le dieron · despachos, porque

fué por Quito, para los comisarios que le ayudasen, y los

llevó ta.mbien del co1nisario general de San Francisco fray

li..,rancisco de Borja, de los de la Inquisicion; hubo aquí