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LA INQUISICION DE LIMA
puede imaginar, pues ya son súbditos de los señores obis–
pos o sus superiores, y como ahora los dos arzobispados
de este reyno están vacos, .como a parte indefensa y sin
defensor, entiendo perecerán; pero este cuidado mas les
toca a los señores prelados, que a mí; solo afirmo que si
Paulo Quinto viviera, ni se lo pidieran ni los concediera
jamás, pues en el uso hay abuso y prodigalidad, poco re–
curso a los señores obispos, ninguna subjecion, ménos
estimacion. Lo tercero, fué lo de la carta de las solicita–
ciones: cayó luego en ello, pero dixo que el frayle seria
castigado, pues no avisó; preguntó si alguno en particular
estaba encontrado, dije que nó,
y
señalando algo al que fué
a España a otro propósito, me preguntó con ánsia si habia
de aquel padre otras cosas, mas tan de veras que me hizo
e
reparar: esto es lo que solanlente le dije, con harto dolor de
mi
alma: con que de lo que hubiese delinquido pido per–
don: pasó ésto a
16
de setie1nbre.
11No paró aquí el negocio, porque el padre Alonso Me–
sía, ansioso o temeroso de haber sido con1prehendido en
algo, negoció con el padre provincial, (salvo si fué traza
de entrambos) de que n1e confesase al MesÍfl, por saber lo
que me habia pasado y el provincial por si habia oculta–
do ·otra cosa, y aunque yo pedí otro padre (porque a Me–
sía jamás por su poca verdad, mucha caballería e indecible
presunpcion le habia podido tragar) no tuvo .remedio, sino
que había de ser él, como si el confesar fuera casamiento
indisoluble o violencia tiránica; en fin, vino, (comencéme
a confesar, y luego
lupus
1-~n
jabulatione1n)
viera
lT.
S.
tanto apremio, que solo le dixe, que no es usted, que solo
es una consulta que el padre Juan Vasquez hizo en Espa–
ña a un hechicero, y aunque me desolló, no dixe n1as,
y de aquello pésame harto en verdad, yo no sé si por
no le haber dicho mas, o porque luego me revolvió
con el provincial, no tanto como él lo está con el Ge–
neral ....
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1
Lo que resultó de haber dicho al provinc_iallos tres
puntos, fué dar1ne palabra de sacar1ne otro dia; luego
aquél mismo, la comida buena y abundante, cama y mejor