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LA INQUISICION DE LIMA
la comunicacion de los documentos que en sus archivos
existian tocantes a Santa Rosa cuando se trató de canoni–
zarla; pero si no fueran ya bastantes los numerosos testi–
monios que sobre la táctica del Tribunal dejamos consig–
nados, queremos aquí estampar una última muestra de la
impudencia con que la baba inquisitorial se cebaba hasta
en las perRonas que la Iglesia ha elevado hace tiempo a la
categoría de santos.
Hé aq Úí en efecto, lo que uno de los ministros decia
con referencia a Santo Toribio i demas obispos congregados
en concilio provincial:
11Hen1os tenido 1nucha experiencia en este reyno de que
generalmente no dió gusto venir la Inquisicion a él, a las
particulares personas, por el freno que se puso a su liber-
(
tacl en el vivir y hablar, y a los eclesiásticos, porque a los
prelados se les quitaba ésto de' su jur]sdiccion,
y
a los de–
mas se les añadían jueces mas cuidadosos,
y
a las justicias
reales, especialmente Virrey y Audiencias, porque con ésta
se les sacaba algo de su n1ano, cosa para ellos muy dura,
por la costun1hre que tenian de mandarlo todo sin escep–
cion; y así, para que esta contradiccion en sus ánimos se
olviélase,
y
en lugar de ella le subcediesse afficion
y
amor,
el que a tan Sancto Oficio se debe hacer, hemos estado
y
estan1os muy cuidadosos de que en nuestra manera de
proceder y en la modestia de nuestros ministros, no solo
no hubiese cosa enojosa, sino toda afabilidad
y
concordia,
guardando lo que debemos en lo demas;
y
con todo este
cuidado hallan1os siempre que reparar en unos
y
en otros
tribunales, que no mirando a lo mucho que su magestad
les encomienda nuestras cosas, comunmente las desfavo–
recen en lo que pueden, especialmente los obispos, no con–
siderando que con la Ynquisicion les quitó ·vuestra Seño–
ría lo con que mas encargaban sus conciencias, pues no
usaban de ella sino en los casos
y
con las personas con
quien con su juriscliccion ordinaria no podian,
y-
en los
que derechamente heran de este fuero hacian lo que en
los demas ordinarios; segun hemos visto por los procesos
hechos por ellos que se nos remitieron;-y con este funda–
mento,
y
no cierto con otro, estando los obispos de estas
. partes congregados en esta ciudad en concilio provincial,