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LA INQUISICION DE LIMA
las provincias de España,
y
que no se le acuerda por aho–
ra otra cosa ·que decir,
y
que todo lo que ha dicho y de–
clarado en las dos
prim~ras
·audiencias,
y
en ésta es cierto
y
verdadero, y que no lo ha dicho por odio ni enen1istad
que tenga a la Compañía, religiosos de ella, sino por des–
cargar su conciencia,
y
siéndole vuelto a leer lo que ha di–
cho en las dos primeras audiencias
y
en ésta dijo estar
bien escrito: encargósele el secreto, y pron1etiólo, y lo
firmó de su nombre.
ANTONIO
DE UR.EÑA.-Pasó ante mí
Juan de lzaguiTre,
secretario.
uEn la ciudad de los Reyes, a tres dias del mes de se–
tiembre de mil
y
seiscientos y veinte y dos años, estando
en su audiencia de la mañana el señor Inquisidor, licen–
ciado Andres Juan Gaytan, mandó entrar a ella al dicho
padre Antonio ele Ureña, de la Compañía ele Jesus, que
vino sin ser llamado,
y
siendo presente fué dél recibi–
do el juramento Gn forma debida de derecho, so cargo
del cual prometió ·de decir verdad, y siendo preguntado
dijo llamarse el padre Antonio de Ureña, de la Compa–
ñía de J esus, natural de Medina de Rioseco, sacerdote
predicador
y
confesor en la dicha Con1pañía, de edad de
treinta y cuatro años,
y
dijo que se le ha acordado, de
mas de ló que - en las audiencias pasadas dijo, que el
padre Graviel Cerrato, de la Compañía, predicando en la
Paz, habrá tiempo de cuatro años, dijo como a ningun sacer–
dote que hubiese cometido pecado de carne con muger le
perdonaba Dios, lo cual dijo en la congregacion de los clé–
rigos de la dicha ciudad, de que se escandalizaron notable–
mente, lo cual le refirió a este denunciante el padre Cris-
-tóbal de los Cobos, que se lo oyó decir, que le parece a es–
te denunciante tener alguna eonexion con la heregía de
Tertuliano, que enseñaba ser in1posible perdonarse el peca–
do al adulto despues que recibió el bautismo,
y
que tambien
fué heregía de los anabaptistas y otros que decian que ca–
da vez que pecaba un hombre era menester vol verse a
bautizar:
y
que lo que ha dicho es la verdad, y no lo dice
por odio ni enemistad que tenga al dicho padre Graviel
Cerrato, sino por descargo de su conciencia, y siéndole
leydo, dijo estar bien escrito, encargósele el secreto
y
pro-