CAPfTULO XXVI
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missa
y
lo cerró con furia, se halló presente Pedro Josef
Salguero; pero cuando dijo lo expresado arriba, no habia
persona alguna, pues pasó lo referido solamente entre él
y
la declarante. Preguntada donde vivia el dicho Diego de
la Granja, (dijo) ya no viviaen la casa de don Josef Zan1ar,
sino en la calle de la Chacarilla, que viene a ser la calle
donde está la puerta falsa del Estanco de tabacoR, en una
casita que tiene las puertas de la calle dadas de verde
y
con unos clavos .finjidos de color blanco;
y
a lo segundo
respondió, que el motivo de no haber venido, aunque lo
deseaba mucho, fué por haber estado bien enferma
y
ser
su casa muy distante, lo que ha hecho
ah~ra
por hallar–
se mejor, y que todo lo que ha dicho es verdad, por el
juramento que tiene
hecho~
y siéndole leido, dijo que es–
taba bien escrito, y .que no lo dice por odio, ni mala vo–
luntad que tenga o haya tenido al denunciado, sino por
descargo de su conciencia; encargósele el secreto prome–
tido,
y
lo firmó con el padre maestro Comisario."
Con estos antecedentes, se trató en el Tribunal de des–
pachar n1andamiento de prision, con secuestro de bienes,
contra el denunciado; pero en esas circunstancias el Virei
despachó al reo para la Península, en mérito de ciertos de–
litos ajenos a la fe
19 •
Debemos citar tambien en este lugar otra órden, datada
en
13
de julio de
1758,
en que, a instancias del Inquisidor
J eneral, el Rei habia dispuesto que se estuviese a la mira
de los herejes que con real permiso estaban en las fábri–
cas españolas: 11con cuya ocasion hacemos presente a V.
A., decian los ministros de Lima, seria muy conveniente
se celase con particular cuidado en la Contratacion de Cá–
diz que no pasen a este reino en los frecuentes navíos de
permiso que se despachan los muchos estranjeros que se
conducen entre la tripulacion de ellos, sin total certeza
y
comprobacion de ser católicos, en especial los que son de
naciones que profesan la herejía libremente, pues algunos
de éstos se han reconciliado a nuestra dilijencia con la
19. Lagrange despues de permanecer preso algún tiempo en la cár–
cel pública de Cádiz, fué puesto en libertad, i estaba
ya
contratado como
médico de unos cómicos que se hallaban de partida para el Callao, cuan–
do fué de nuevo denunciado i aprehendido.