CAPÍTULO XVII
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uBernardo Lopez Serrano, de edad de treinta
y
ocho
años, mercader, natural de Villaflor, reino de Portugal,
casado en Burdeos de Francia, de casta de cristianos· nue–
vos, por observante en la ley de Moises
y
judaizante.
''Antonio de Salazar, que su propio non1bre es Duarte
Gomez, de treinta años, escribiente, natural de Lisboa, de
padres cristianos nuevos, por judaizante
y
observante en
la ley de Moises.
11Ant~nio
de la Paln1a, que su propio nombre es Antonio
Fernandez,
y
en Méjico se llamó Antonio de Victoria,
y
aquí se llamó Antonio Sanchez,
y
con este nombre subió
al Cuzco, natural de Valiado] id, de oficio mercader, de
padres portugueses, cristianos nuevos, por observante de
la ley de Moyses, fué buen confitente,
y
quitósele en el
tablado el sa1nbenito.
11Juan de Tiillo, natural de Priego en la Andalucía, hijo
de padres portugueses, cristianos nuevos, de edad de vein–
te i cuatro años, tratante en la Nueva España, por obser–
vante de la ley de Moyses
y
mal confitente, reconciliado
con sambenito perpetuo.
11Manuel Alvarez de Espinosa, portugues, natural de Va–
lladolid, mercader, por judaizante
y
mal confitente, recon–
ciliado con sambenito perpetuo.
11Alvaro Cordero de Silva, que este nombre tomó para
pasar a las Indias, .que su propio nombre es Estévan Car–
doso, natural de Quintena, tierra de Vergaza en Portugal,
alguacil que fué en Potosí, de cincuenta años, de casta y
gene~acion
de judíos, apóstata de nuestra santa fé y obser–
vante de la ley de Moises, judaizante, mal confitente, re–
conciliado con sambenito perpetuo.
''Leonor
Verdugo~
mestiza, natural de la ciudad de la
Plata, viuda, por embustera,
y
que fingia hechizos de
calaveras
y
yerbas para ser queridos unas de otros,
y
pa–
ra que ganasen al juego, haciendo c·eremonias
y
diciendo
. oraciones, siendo el dicho
y
el hecho mentira, sin que nada
hubiese tenido efecto, reconciliado con sambenito perpetuo.
11Adrian Rodriguez, carpintero de rivera, natural de la
ciudad de Layden en las islas de Olanda, apóstata obser–
vante de la secta de Lutero, ántes negativo contumaz
y
despues confitente, a quien por espía ántes le habian da-