CAPÍTULO XVII
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rezaba tarde
i
mañana las
~oraciones
que decian sus amos,
obtuvo que se suspendiese su causa, merced a las satisfac..
ciones· que dió.
Manuel de Araujo, portugues, denunciado de judío, fué
reconciliado.
Martín Lopez de Taide, natural de Tarij a, que en una
pendencia que tuvo prorrumpió en
pal~bras
escandalosas,
fué enviado a .galeras.
Gaspar de la Fuente
i
Cárdenas-, natural de Mondejar,
por casarse dos veces.
Pedro J oa:nes, oriundo de Delph, que estando en Quito
preso i condenado a muerte por pichilingue (pirata here–
je), fué catequizado, i despues de eomulgar escupió las
formas; i constando de sus oonfesiones que no quería tor–
narse católico, fué enviado a galeras, siendo daspues man–
dado poner en libertad en
virt.udde real cédula, en que
se' le consideraba con1o prisionero de guerra.
Sebastian Bogado, de veinticinco anos, cuarteron, ma–
yordomo de una ehacr:a, porque quitó ciertas cruces que
habia en el barrio del Malambo, 11tañendo con piedras
y
cantando
jacarandinas.ttFrancisco Gonzalez, fraile profeso de San Francisco, por
haberse casado, i Juan Rodríguez Calvo, escultor
i
pintor,
natural de C0rdova, porque hizo eso mismo dos veces.
Catalina de Baena, natural de -Jerez de la Frontera,
residente en Potosí, acusada de practicar ciertos hechi–
zos.
Beatriz de Trejo, natural de Potosí, fué testificada de
haber cl3¡do por escrito a otra mujer un conjuro de pala–
bras mui graves, en que se nombraba a la Santísin1a Tri–
nidad
i
a San Pedro
i
a San t>ablo i al portal de Belen
i
a los diablos,
11
y
otras cosa:s que haGian estremecer las
carnes,
y
que decía la reo que el dicho conjuro tenia mu–
cha fuerza para atraer a los hombres a querer a las mu–
geres
y
para que nunca las olvidasen,
y
que habia oido
·decir la testigo que era tan fuerte el conjuro, que si fuera
posible, levantara no solo las personas, sino a los muertos
de las sepulturas.''
.
Pero de todos los peniten.ciados en ·este tiempo, inclu–
sos los que fueron quemados en el auto de que acabamos
'l'OMO
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