CAPÍTULO XVII
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dependientes de la heregía, muchos confesores, o con igno–
rancia crasa de las dichas reservaciones, o con falsa inteli–
gencia de algunos privilegios apostólicos, se atreven ab–
solver a las personas que cometen los dichos delitos, o a
las que en qualquier
manera~
saven o tienen noticia de
los que los an cometido,
y
que los
~jchos
confesores
y
otros letrados, fuera del acto de la confesion, quando al–
gunaR personas les van a comunicar los dichos casos, los
interpretan
y
qualifican con demasiada anchura, aconse-
. jando a las tales personas que pueden ser absueltas sacra–
mentalmente, sin venir a manifestar en este Santo Oficio
lo que saven o an hecho, de que se sigue gran deservicio
a nuestro Señor e
impediment~
al recto
y
libre exercicio
del Santo Oficio de la Ynquisicion,
y
se da causa a que
crezca el abusso destos escesos
y
el atrevimiento
y
liber–
tad de las dichas personas que los cometen,
y
se
qued~n
por punir
y
castigar, por todo lo qual nos pidió el dicho
fiscal que proveyésemos de competente remedio para ata–
jar los dichos escesos
y
los muchos daños que de ellos re–
sultan, haciendo ynquisicion
y
visita particular dellos,
y •
publicando nuevos editos, agravando las censuras
y
penas,
o como mejor visto nos fuesse. Y Nos, visto su pedüniento
ser justo,
y
atendiendo a que no ay arte ni ciencia hu1nana
para manifestar las cosas que están por venir, dependien–
tes de la boluntad del ho1nbre, aviendo reservado esto
Dios nuestro Señor para sí, con su eterna saviduría,
y
que
todo lo que en esta parte enseñan la astrología judiciaria
y
las clemas artes, es vano, supersticioso
y
reprovado, e
introducido por el Den1onio, enemigo del género .humano,
y
émulo de la Magestad y Onipotencia de Dios nuestro
Señor, pretendiendo por este camino quitarle el culto y
adoracion que se le eleve,
y
usurparle para sí en quanto
le es posible, violando la pureza
y
sinceridad de nuestra
Santa Fé católica,.
y
enlazando a los fieles christianos en
peligro de eterna dannacion. Y Nos quiriendo proveer a
cerca dello lo que _conviene por la obligacion de nuestro .
cargo,
y
el gran sentimiento que tenemos ele que la reli–
gion
christian~
padezca tan grave mancilla, sin aprove–
char para atajarla la solicitud ordinaria con que la procu–
ramos, mandamos dar
y
dimos la presente para vos
y