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LA INQUISICION
DE
LIMA
.Adrian ...
L\.dan, .flamenco, mercader, residente en Potosí,
fué absuelto
ad
cautela1n
por cosas de la secta luterana.
Fr. Gaspar de Norambuena, domínico, de Talavera, tes–
tificado por hechos ocurridos en Guamanga; Fr. Baltasar
de
Salas, agustino, de Salamanca, de cincuenta i dos años,
que enamoraba a cierta mujer limeña, i otras; Fr. Diego
Dávila, testificado i confeso: todos por solicitantes.
Rabia, aclemas, en esta fecha cincuenta i cuatro . reos
procesados.
Hasta abril de
1606
se fallaron las causas de los si–
guientes:
Ignacio Martin, sastre; Alonso Sanchez Ahumada, tra–
tante; Gabriel de Cohuenares, barbero, i Martin de Mer–
cado, mulato horro,por casados dos veces.
Por proposiciones: Horacio Camilo Beneroso, jenoves,
que estando en Cartagena por ,el mes de agosto de
1598
en conversacion con dos ordenantes,
· ~~tratando
de unos
sonetos que se habían hecho para unas sibilas que se ha–
bían puesto en un monumento la semana sancta en el hos–
'pital de la dicha ciudad, habia dich(j) el reo que para qué era
decir de sibilas,
q~e
era ficcion de poetas,
y
diciéndole uno
de dichos testigos que mirase lo que decia porque a predi–
cadores
y
hombres doctos había oído tratar dellas (que le
parecia ser negocio de la Escritura) el reo habia respondi–
do que él habia estudiado
y
se holgara tratar con hombres
que lo entendiesen, y vino a decir que era esto que dicen
de las sibilas, como lo que dicen del Antecristo, que dicen
que ha de venir a la fin del mundo, que era negocio fabu–
loso; que para qué había de enviar Dios
y
formar otro
demonio, habiendo tantos forrnados, que no creyesen, sino
que era negocio compuesto." Por
consid~rársele
como gran
hablador, aliñado i mentiroso
i.hf:Lllarse mui enfermo, man–
co de piés i brazos i ser hombre de calidad. se le recluyó
por un año en un hospital.
·
Manuel de Ortega, jesuita del Paraguai, i Fr. Rodrigo
Gomez de Ojeda, fraile mercedario de Tucuman, por soli–
c-itantes.
Juan de Rodas se denunció en Guánuco de que yend.o
a Roma . fué cautivado por una galeota de moros, que le
llevó a Constantinopla, donde despues, de permanecer do-