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LA INQUISICION DE LIMA
ba, había contestado: npadre, diga eso a los indios que ya
yo sé lo que es eso, que ya Dios
h~
pagado por nosotros,"
lo cual, declara el denunciante, le sonó mal, por haber
colejido que el reo tenia por cosa .superflua la penitencia.
Se le calificaron tres proposiciones
i
fué desterrado del
lugar de su residencia.
J erónimo Corone], cristiano nuevo, . fué castigado por
testigo falso.
Fr. Mateo ele Illanes, domínico, de sesenta
i
cinco años,
limeño, que entre otras testificaciones, tuvo la de que
siendo cura de una parroquia en Guamanga, las indias
solteras i casadas se quejaron al cacique de que cuando
las confesaba las requería de amores.
Juan de Salcedo, cura en Charcas, de treinta i un añqs,
testificado de mal ejemplo, de cosas deshonestas i de ha–
ber solicitado a siete mujeres.
Fr. Diego Ruiz, mercedarie, de Ecija, de cuarenta i tres
años, residente en Tucuman, testificado por mas de veinte
de sus confesadas.
Gonzalo de Lima, casado en Portugal, de cuarenta
i ·
cinco años, residente en Potosí, de casta de cristianos nue–
vos; Alvaro Rodríguez, tambien portugues, porque no
quiso 1nostrar al comisario de Tarija cierto libro en perga–
mino que traía en la faltriquera, i que negó haber rezado
los sahnos sin
Gloria Patri,
fué puesto en el tormento,
11que se le clió muy moderado," por lo cual, sin duda, lo
venció; N
~ño
Rodríguez de ... t\.cevedo, a quien no se le dió,
por ser rnanco i quebrado: todos los cuales i ademas otros·
ocho que se procesaba como ausentes, lo fueron por sospe–
chas de judaizantes.
Hasta abril de
1604
se fallaron las causas ele los siguien–
tes.
Gonzalo Ortiz, sevillano, residente en Potosí; Alonso
Sanchez de Funes, cura de San Juan ele la Frontera,
í
Juan
Bautista, negro criollo, por blasfemos.
Por sostener que la simple forn.icacion no era pecado,
Juan Perez Tavares, arriero, de Triana; Jerónimo de An–
drade, marinero, de San Lúcar,
i
Nicolao, griego.
Pedro de Mesa, zapatero, de Ecija, por sostener que tan