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INQUISICIÓN DE CHILE
cómo tenía tal atrevimiento en tales lugares, no
por eso dejaba de insi:3tir en su ruín intento to–
mándola las manos . et i11am alterihus partibus cor–
poris penna et luxuriose tangens, alias in ecclesia
ad illam ageessus est et cruribus manu s introduxit,
et nliquando in lecto compeliere vult; y como ella se
defendiese juró á Dios y Santa María que la había ele
nl canzar hasta que la toviese á su voluntad, aunque
le costase la vida y después dejarla para bellaca . Iten
con otra mujer, donce11a, después de hab erla con–
fesado, antes que se levantase de sus piés , la dijo
palabras de amores, diciéndola que la quería bien
y preguntándola á
ell~
si ella le quería bien á él,
y la enviaba después r egalos de .frutas y otras co–
sas. Iten, que yéndose oLra muj er casada á confe–
snr con él, por el tiempo de cuaresma, al tiempo
que se iba á levantar de sus piés la dijo ciertas pa–
lnbras deshonestas.
!ten~
está testificado que con
otras muchas hijas suyas de confesión ha tenido
tratos falaces, deshonestos, lascivos y lujuriosos y
que ha tenido conversación carnal con ellas, y que
l1a comido siempre carne, andando en los dichos
vicios y pecados.n3
Vista la información con el Ordinario y consnl –
tores clérigos, se resolvió, de común parecer, en
30
de Octubre de
1570,
que el reo fuese encerrado en
3 No eran esto los únicos «vicios
y
pecados» ele este fraile. En
!:l.
misma relación se agrPga más adelante: <<.Antes de ponerle el acusa–
ción, confesó espontáneamente, sin tener contra sí testificación, que
siendo maestro de novicios, srepe inhoncstns, turpes et libidinosas at–
trectationes habuerat adolesccntibus religiosis, in partibus impuris
ejns, pollutionem habcntibus, cohabitantibus secum in suÓ lecto.»
Omitimos aquí lo;; nombres de los testigos, algunos ele los cuales
eran jóvenes solteras, 6 mujeres ele lo m:\.s principal de la ciudad.