CAP. VII-
FUNDACIÓN DEL SANTO OFICIO
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opuestos
á
la pureza y sinceridad de nuestra santa
fé católica: porque nos pidió el dicho fiscal, que,
atenta la gravedad y frecuencia de los dichos deli–
tos y las muchas y graves ofensas que con ellos se
cometen contra Dios Nuestro Señor, proveyésemos
de competente remedio, mandando publicar nue–
vos edictos, agravando y reagravando las censuras
por Nos fulminadas, y ejecutando contra los trans–
gresores y sus fautores y encubridores, en cual–
quier manera, las penas estatuídas por derecho y
por los dichos breves) indultos y bulas ap.ostólicas)
especialmente por las de los Sumos Pontífices Pío
IV, Paulo V
y
Gregario XV, de, felice recordación.
«Y por Nos, visto su pedimento ser justo y que
habiendo crecido tanto la exhorbitancia y abuso
de los dichos excesos, toca á nuestra vigilancia y
obligación proveer de medios más eficaces para
atajarlos, y que las cosas sagradas y sacramentos
de nuestra Santa Madre Iglesia se traten y admi–
nistren con la integridad, acato y reverencia que
se les debe; mandamos dar y damos la presente
para vos, y cada uno de vos, en la dicha razón, por
la cual os amonestamos, exhortamos
y~requerimos,
y siendo necesario, en virtud de santa obediencia
y so pena de excomunión mayor
lat:e sententim
trina canonica monitione pr:emisa ipso (acto incu–
n·enda)
mandamos que si supiéredes, ó entendié–
redes, hubiéredes visto, sabido ó oído decir, que
alguno ó algunos confesores, clérigos ó religiosos,
exemptos ó no exemptos, de cualquier orden, gra–
do, preeminencia ó dignidad que sean, aunque
inmediatamente estén sujetos
á
la Santa Sede
Apostólica, que por obra ó de palabra hayan soli-