CAP. V-PRIMEH PROCESO DE AGUIRRHJ
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de Matienzo
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daba una de sus hijas en matrimonio
al hijo mayor de Aguirre y emparentándose con
él, se hacía su más decidido valedor. Intrigas van
y vienen de una parte y de otra; auséntase á Lima
el Obispo encargado de sentenciar el proceso; y, al
fin, todo contribuye á que, como se expresaba
Aguirre con profunda y legítima amargura, «pen–
sando yo que aquello se acabara en una hora, me
hicieron detener cerca de tres años y g,astar más
de treinta mili pesos, y aún procuraron que nadie
me prestase ni me fiase, para que me muriese ...
»
«Jueces que esto hacen, continúa luego el viejo
soldado, dirigiéndose al Virey 'l'oledo, ... vea V. E.
si son jueces ó tiranos, si desean servir al Rey
ó
alterar la tierra, pues no podré contar á V. E., por
más memoria que tenga, la décima parte de las
exhorbitancias que esos dos jueces han hecho con–
tra mí y yo he sufrido. Procuraron también con to–
das sus fuerzas quel Obispo me inhabilitase
ó
me
desterrase de Tucumán, y trataron con don Gabriel
Paniagua que pretendiese la gobernación ... Y fa–
voreciendo el don Gabriel á Jerónimo Holguín, que
.al fin había sido condenado á muerte, «por man-
7 El licenciado don Juan de Matienzo de Peralta, después de ha–
ber siclo relator de la Chancillería de Valladolid, sirvió en América
en las Audiencias de Charcas
y
Lima. Es autor ele un volurníno;;o
libro en folio intitulado
Commentaria in librum quintum reoollec–
tionis legurn Hispaniae,
del cual conocemos dos ediciones, hechas
en 1597
y
1613, obra que fué muy citada durante la colonia, entre
otros, por el famoso Juan ele Solorzano Pereira en
su___Politioa india–
na.
Además
ele
la que casó con Aguirre, Matienzo tuvo otra hija,
doña Catalina, que se unió al general don Juan Sedano de Rivera,
conquistador de los Chichas. Véase Mencliburu,
Diociona•·io histó–
¡•ico-biográfioo del Perú.