CAP.
V-PRI~lEL't
PROCESO DE AGUIRRE
!15
quisición, y los truje presos con mucho trabajo y
peligro de mi persona y de los que me ayudaron,
y
los entregué en la ciudad de la Plata al Obispo
mi señor, donde han pasado y dicho y hecho mu–
chas desvergüenzas y atrevimientos que no se.aca–
barán de decir en mucho tiempo.n5
Junto con esta noticia) Martínez enviaba al In–
quisidor copia de las principales proposiciones de
que, tanto el reo como uno de sus hijos, eran acu–
sados) y que, según él, ascendían á más de no–
venta.
Los más notables capítulos de acusación formu–
lados contra el fundador de
la
Serena y conquis–
tador de Chile, eran:
Que con sólo la fé se pensaba salvar; que no se
había de tener pena por no oir misa, pues bastaba
la contrición y encomendarse á Dios con el cora–
zón; que había dicho que no confiasen mucho en
rezar, pues él había conocido á un hombre que re–
zaba mucho y había parado en el infierno, y á un
renegador que se habfa ido al cielo; que dijo que
si viviesen en una r'epública un herrero y un clé–
rigo, habiendo de desterrar á uno de ellos, que
preferiría desterrar al sacerdote; que absolvía á
los indios
y
les
dispensn.bapara qne pudiesen tra–
bajar en los días festivos; que ningún clérigo de
los que residían en Tucumán, salvo uno que él
habín. puesto, á quién unas veces daba licencia
y
otrn.s nó, tenían poder para administrar los sacra–
mentos, mandando que no llamasen vicario al que
era, y que habiendo puesto las manos en él, no se
tenía por excomulgado; que no había allí otro
Car·ta de 23 de Diciembre de 1567.