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INQUISICIÓN DE CI-IH-E

alteza provea cómo este negocio no quede sin castigo, porque es ne–

gocio muy grave,

y

es razón sea castigado el que tuviese culpa.

u

Francisco de Villagrán, vuestro gobernador de la dicha provincia,

mur·ió, dejó la tierra en gran peligro por no hacer justicia en su vida,

y

después de su muerte está en condición ele se perder por la misma

falta ele ju ticia,

y

como vuestra persona real está tan lejos, hacen

los jueces grandísimas fuerzas á los naturales

y

usan con ellos de in–

humanidades no usadas entre gentes, por bárbaras que sean y sin co–

nocimiento de Dios: por amor ele J esucristo, vuestra alteza provea tal

persona cual conviene á tan gran necesidad, y

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que más convernía

al servicio de vuestra alteza seria una Audiencia real; y porque creo

V. A. proveerá, haciendo merced á la provincia. De esta cibdad de

ios Reyes y de Febrero á 22 de 1564.-Sacra Católica Magcstad, ca–

pell:in de vuestra alteza.-El

licenciado J.[olina.>>

En otra carta, fecha 24 de Agosto de aquel año, que ha sido pu–

blicada por don Crcsccnte Errázuriz,

Q¡·igenes de la Iglesia

Chi–

lena,

pág. 507, MoJina repite más

ó

menos lo mismo .

El cronista Góngora fiiarmolejo ha contado en el capítulo XXXIV

de su

Histo,·ia

de

Chile

las predicaciones de González de San Nico–

lits

y

la confusión que producían entre los conquistadores, al decirles

que se irían al infierno si mataban indios. Tenemos á la vista una

larga carta de fray Gil al Consejo de Indias, escrita en Lima en 26 de

Abril de lo59, en que da cuenta de las gestiones que había hecho en

Chile para probar que no era lícita la guerra contra los indios. Es

este un documento nuevo

y

curiosísimo.

El señor Errázuriz ha dedicado el capítulo XII de su obra citada

á

dar cuenta de las predicaciones de fray Gil acerca de la libertad de

los indios,

y

en el siguiente, bajo el titulo de uUna herejía en Santia–

go á mediados del siglo XVI,» ha referiJo de una manera sumaria

y

basándose principalmente en la carta del licenciado Molina,

quien confunde c0n Cristóbal de fllolina) las disidencias de éste con

González de San Nicolás y los franciscanos.