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LA I 'QUISICIÓN
19
de J.ulio de
1730
entró en cárceles secretas, don–
de, á causa de haber enfermado, fué
tram~ladaclo
á su
convento de México. En
12
de Mayo del año si–
guiente oyó su entencia en la sala del Tribunal, en
presencia de cuatro religiosos de s u orden, abjuró
de levi,
y
fué desterrado de Filipinas.
Fr. Francisco Carrieclo, perito en el idioma chino,
natural de n'lijares en Bmgos, dominico, morador-en
el convento de Santo Tomás de Manila, de edad de
cuarenta año , denunciado en
1738
como ol icitante
de monjas. In truido el proceso por comisario, Fr.
Juan de Arechederra, se falló su causa en 1vléxico
en Marzo de
1741.
En el a.u to particular de fe de
14
de Enero de
1748,
salió Juan Manuel Caballero, marinero, d edad de
50 año:;, que babia sido denunciado en las islas Ma–
rian as de ser dos veces casado.
A mediados de e e mi mo aiio, el comisario del
Santo Oficio Fr. Juan Alvarez, dominico, e cribía
al Tribunal una carta diciendo que le había
ido de–
nunciado como hereje, según pública voz, un sugeto
que en la exterioridad parecía ser católico romano)
y
que aún practicaba
accione~
para persuaclirlo, «pero
se sospecha, ailadia, haciendo uil juego efe palabras
que le parecía muy oportuno, que
fallit,
por confor–
mar e con su a.pelli lo» que era Fallet,
y
Pedro su
nombre.
Veamos cuále eran los indicios que olm1ban con–
tra. este hombre. En
1743,
el anterior comi ario, fray
Juan de Arecheclerra le había roto dos «imúgcnes»
lascívas,
y
cinco aiíos más tarde, otra su suce or, el
entonces denunciante; «de donde infiero, ai
'lad.ia,que