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LA
INQUISICIÓ~
<<Y en ínterin que V. A. con vista de esta relación·
manda
y
provee lo que fuere más justo, has ta que·
con vista de lo actuado que remitiremos en fl ota,
vea lo más convenientE}
y
nos lo mande, tenemos.
acordado por ahora su pender al comisario del San–
to Ofic¡o
y
encargar su mini terio al que halláre–
mos más conveniente, informándonos aquí de las
personas á quien lo podamos hacer,
y
á la que fuere,
dar orden para que al comisario Paternina que ha
h echo e tos excesos lo reclnya en un convento, el
que le pareciese,
y
que en él esté sin salir hasta
que se mande otra cosa, y que el fiscal ele este Tri–
bunal vea todo lo actuado en esta razón y pida
lo que juzgare deber, así contra el comisario como
contra los demás que resultare culpa y d'ebiere;
y
nos parece debemos mandar alzar de Jos bienes
'de D. Diego los embargos que el comisario hizo,
y
que por este Tribunal se notifique á todas las per–
sonas en quienes pararen, que, por lo toc9-nLe al
Santo Oficio, pueden entregar libremente lo que
tuvieren en su poder á quien fuere parte legitima
por
D.
Diego de Salcedo: V. A. mandará todo lo
demás. que juzgare.
«Y porque esta materia ha sido muy escandalosa
y
perjudicial á la templanza y atención con que
obramos y procuramos obrar los que servimos aquí,
y tenemos noticia que el Rey, nuestro señor, que
Dios guarde, y su Consejo de Indias tienen enten–
dido y que ele nuevo se dará á entender que ha–
bemos tenido influjo ó cooperación en la prisión
de
D.
Diego, siendo tan remoto de nosotros, como
V .
A. sabe,
y
con ello padecemos descréditos
y