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FILIPI:-.IAS
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trataron de apoyarle, hablando do los ministros del
Santo Tribunal como lo merecían y tratando de trai–
dores á los que se habían ballado en la prisión. «Con
, esto nos tienen tan acosados, decía u no de ellos, que
á no detenernos las obligaciones de hijos y mujer,
nos hubierámos ido huyendo á vi\'ir entre moros .»
«Hoy se hallan estas Islas, aüade, de calidad que los
ministros del Santo Tribnnal no se hace do ellos es–
timación y si se les ofreciera aprehender al más vil
hombre, no hubiera quien les ayudase, autes huye–
ran de ellos .>)
1
Vamos á Yer ahora la. suerte que había. corrido en
el Tribunal la causa: ele Salcedo, á cuyo intont.o
y
al
de conocer en sus menores detalles lo obrado por
-aqnél en desagravio del alentado ele Paternina., pa–
ra que no so nos tache de parciales, queremos re–
producir al pie de la lolra la carta que con ese motivo
dirigió al Consejo.
«M. P. S.-En carla de 13 de Mayo de este pre–
sente aüo nos remite V. A. copia de la carta que D.
Manuel de León, gobema.clor de las Islas l<ilipinas,
escribió al Excmo. Se'I-lOr Obispo de Pla. encia, in–
quisidor general, con cuya. vista y de los demás
papeles
remitiJo~
por este Tribunal tocantes á esla
materia se sin'o V. A. de mandamos . e declare por
nula, injusta y atentada. la prisión hecha en la per–
sonado D. Diego de Salcedo, y que alce el embargo
hecho en sus bienes para que los hayan los que fue–
sen partes legitimas por él y que se les dé testimonio
1.
Carta
d e D.
Nicolás :\>1uñoz
de
Pamplona al Tribunal, Manila.
IS de
Julio
de 1671.