EN L.\.S ISLAS FILIPINAS
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celo, desinterés
y
Yirtud con que l1an procedido los ·
religiosos ele dicha Orden,
y
especialmente los que han
<'jercido el ofkio ele comisario que se varió
y
mudó
on Fr. Joseph do Paternina, por .·er ministro ele prue–
bas,
y
las dernás razonbs qtw hemos referido á. V. A·
f'n otras carta. , no pasDmos á. var.iar ahora el dicho
nombramiento, on conformidad dolo mnncla,clo por,
'~T.
A., porqnc con vista ele lo representado podrá.
mandar lo que fuere servido, que ojccmtaremos con
focht puntualiclncl; fuet'a do quo, como 'nos bailamos
con la inmediación al conocimiento ele
los sugetos
r¡ue
re~iclen
en aquellas
b1as,
bando
y
parcitllicla–
des que ocasionó el gobiemo
y
prisión ele D. Diego
de Salcedo, tuvimos pot' las personas do más sntis–
facción
é
independientes
á
los religiosos ele Santo
Domingo, que no podemos dejar do represeniat' á.
V.
A.,
y
asimosmo el que como aquellas Islas están
tan cortas
y
pobres al presente, no hay persona ecle–
siástica de muy mediana e::;fera que pase á. ellas
y ·
así son rarísimos Jos clérigos seculares que las ha–
bitan, y delosqt1epasan orclotmdos, casi todos expul–
sas del Cá.rmon
y
de qtras religiones,
y
los naturales
de aquellas tierras por la ma,yor parte hijos de chinos,
mulatos
y
otras castas, con quienes por la falta c\e
mujeres espaiíolas se casan los marineros, soluaclos
forzados
y
desterrados por esta Inquisición que por
fuerza los conducen para qúe no se despueblen aque–
llas islas ele gentes espal!olas, en que V. A. con la
madnroz que acostumbra., hará el reparo conveniente
hallándose con estas noticias para resol ver lo que
fuere servido .
«Y
asimesmo en lo tocante á. la prisión del comí-