EN EL HÍO DE. LA P'1ATA
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con dos prebendados exc
omulgados
y
suspensos
siendo uno de ellos, lo que e.ra más de sentir, el co–
misario del Santo Oficio, clérigo tan ignorante como
idiota.
1
-
¡Cosa singular! cuatro días antes que Cárdenas
enviase esta queja á Lima, el P. Jual\ Pastor se ha–
bía: presentado ante el Consejo con un memorial
en el que tildaba al obispo de intruso. p-or haber–
sé consagrado sin letras apostólicas
y
haber tomado
posesión de su obispado sin ellas, como porque ·sus
acciones
y
palabras parecían «temerarias, malsonan·
tes, escandalosas
y
contra la fe católica)); á que se
añadía que pretendía hacerse inquisidor general:
cosas todas que no era posible dejar correr sin gran
Ü1conveniente, comolo hábía sido «haber dejado á
muchos religiosos sin el conveniente castigo por se–
mejantes delictos que de treinta años se han visto en
aquellas p-rovincias.>)2
Posteriormente, mejor dicho, algunos años más
tarde, los jesuitas acusaron al obispo de ser autor de
un tratado «conque se persuadía, no sólo ser lícito
decir cada día dos misas, como él lo ejercita muchos
años ha, sinó que también es obligatorio>>.
3
A todo esto, los obispos vecinos se hallaban divi-
1.
Véase entre los Documentos esta representación de Cárdenas
y
otra dirigida especialmente contra el comisario Fernando Sánchez
del Valle.
2.
El
Memorial
del P. Pastor del cwal tomamos estas palabras va
entre los Documentos
y
es sumamente breve, como que estaba_sim–
plemente destinado á acompañar á uno muy largo en el ql!e refiere
por extenso sus acusaciones contra el obispo. En el Archivo de Si–
mancas se encuentran ambos y muchísimos otros que hacen com–
pleta luz sobre aquellos famosos escándalos que hallaron repercu–
sión hasta fuera de España, pero en cuya relación no podíamos en-
trar sin extralimitar el tema de este libro. .
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3. Memorial al Consejo del P. Simón de Ojeda, sin fecha.