EX EL RÍO DE LA PLATA
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Santo Domingo,
y
el Comisario, por su parte, sin
saber qué partido tomar, dió cuenta del caso al Tri–
bunal de
Lima~
y
aunque de allí le vino apretado en–
cargo de que recibiese información secreta de los
pr.ocedimientos del tal Arzobispo
y
su séquito, ;no
se ha podido hacer dicha información, escribía, por
no haber más testigos que el referido Arzobispo
y
un familiar paje suyo, inglés de nación)). Y los in–
quisidores viéndose en los mismos aprietos que su
Comisario, hubieron de limitarse á dar cuenta de
todo al Consejo en Julio de 1696.
1
1.
De una real cédula de
20
de Noviembre de
1682,
consta qüe
Georgerini había sido realmente arzobispo de la isla de Samos
y
que habiendo sido ésta tomada por los turcos, pasó
á
Roma, don–
de fué bien r"ecibido por Clt:mente X; que de alli fué
á
Parls
á
con-
-
seguir la libertad de muchos de sus súbditos que estaban conde–
nados
á
remar en las galeras de Marsella;
y,
por fin,
á
Inglaterra;
llamado de algunos de sus compatriotas para que fut:se
á
misionar;
pero que los ingleses le tuvieron preso muchos meses, hasta que ha–
bía logrado escaparse, llegando
á
Madrid muy pobre, por lo cual
el Rey le autorizó para pedir limosna en sus dominios por tiempo
de un año. Pareée, sin embargo, que esto de la limosna lo enten–
día el Arzobispo como que podia negociar de todos modos,
y
hasta
con la imposición de órdenes sacras, dt lo cual se quejaron luego
Yarios prelados.
El expediente de lo ocurrido con Georgerini en Buenos Aires se
halla en el legajo primero de procesos de fé de Lima.