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LA INQUISICIÓN

· «Trajéronse de las provincias de Tucumán, expre–

saban los Inquisidores en 1631, setecientas leguas

desta ciudad, -de algunas escrituras de juego que–

brantadas y ejecutadas por la diligencia del P. fray

Martín de Arostegui, calificador y juez particular que

fué del Santo Oficio en aquellas provincias -en oca–

sión que era visitador por su Orden en ellas y pro–

vincial ahora cléstas, 1867 pesos corríen tes.'

En 1640 se falló la causa de R.odrigo López, mer–

cader, portugués, «negativo; fué testificado en el

judaísmo por Francisco ele Montoya, judío confiten te,

y otros tres de oídas y presunciones graneles: fué

preso en la ciudad ele Córdoba en el Tucumán y entró

en las cárceles secretas el 27 ele Mayo de 1640.)) En

á los chiriguanas, tant<' por la importancia que el personaje reviste

en la historia del Río de la Plata

y

en su literatura, cuanto porque,

como se verá en ellos, alguna intervención cupo en ese suceso al

Santo Oficio.

En efecto, según resulta de esos antecedentes, Diaz de Guzmán

soli'citó

y

obtuvo del Tribunal de Lima que se nombrase de dele-

. gado para aquel intento á Fr. Gregorio de Bolívar. Veráse también

que durante la expedición se dió cabida á penitencias inquisitoria–

ies

y

se publicó un edicto de gracia consedido por el inquisidor

General á los cristianos que estaban entre los indios que habia'!l

apostatado de la fe.

1.

Carta de la Inq•uisición,

24

de Mayo de

I63J.

Durante la colonia

y aún ya muy avanzado el siglo XVIII es corFiente encontrar en los

protocolos de los escribanos públicos escrituras en.que algunos, sin

duda perdidosos, se t:ondenaban de motu propio en cierta multa si

volvían á jugar. A esta práctica aluden los Inquisidores en la nota

que indicamos:

Según lo que se dice en el texto, es de creer que por entonces no

hubiese comisario del Santo Oficio en Tucumán.

Sabemos~~

que

algunos años después desempeñaba álli ese cargo don Pedro Carmi–

nati jover, de cuya correspondencia no se conoce más que una

carta que escribió á los Inquisidores, avisándoles q.ue en un famoso

torbellino ocurrido el 7 de Febrero de 1647 hablan «volado» dos

bueyes! Oficio del Tribunal al Consejo, 9 de Julio de 1&47.