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LA INQUISICIÓN
sucedió siempre, los prelados salieron de la lucha
hechos verdaderos estropajos. El primero que cayó
bajo la férula inquisitorial fué el de Tucumán fray
Franci co de Victoria.
Después de haber estado mucho tiempo en Poto
í
«deteniéndose en cosas desconvenientes, de de allí
escribió, expresaban losinquisidores, muchas cartas
al Gobernador ele aquella provincia
y
á otras perso–
nas sobre co asé interés de cual podía
má~,
y en to–
das sus cartas amenazaba con el Santo Oficio
y
que
· lo haría traer preso á él y quemar y que llevaba re–
caudo y comisión para ello, siendo todo al contrario ...
Después que tnvo veinte mil peso y más, dejó a
Potosí. .. y llegado á aquella tierra, pro iguió en sus
amenazas con el Santo Oficio, llamándose inquisidor
ordinario; ... y en este caso hay muchas informaciones
contra él
y
cartas suyas donde lo dice, y dice también
que había citado al dicho gobemador y algunas per–
sonas que pareciesen en la Inqui ición,
eflalándole~
término; y saliéndose él de su obispado otra vez para
Potosí y esta ciudad, al concilio provincial, dejó ex–
comulgados al gobernador y á las dichas personas
y
puesto entredicho y ce ación
a divinis,
hasta que
saliesen de aquella provincia. á parecer en este
Santo Oficio ... y consta por información que á algu–
nos que así citó fué porque no le daban comida
y
caballos ... Demás de lo cual, Diego Pedrero ele Trejo.
chantre ele Tucumán, pareció ante nuestro comí ario
en la ciudad de la Plata y presentó una denunciación,
que V. S. será servido de mandar ver, porque demás
ele lo que hay en ella que pueda calificar e, parece
que es mucha quiebra ele este Santo Oficio.»
El obispo les achacaba á los Inquisidores quepo–
dían ser sus criados,
y
ellos le
devolvian.Jafra e.