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«EnYióse, asime mo , un recaudo al Gobernador
vara que el día del auto y su víspera pu ie -e orden
en la buena
cu~
!odia de la ciud ad, qui en con grande
gusto
y
veras clió la qne luego se dirá.
«C uatro ó cinco dia ante. ele la vispera del auto,
metieron lo
capilane ord in arios ele la infantería
do la ciudad petición en e] Tribunal pidiendo en el
tablado lugar. cüalado püra
í, diciendo . er capita–
ne.~
ele
.
l\1 .
y
ac udir con Yigilancia
á
la custodia
{lo la ciudad,
y
como tale , haucr ele ser honrados
ileste Sancto OOció. Los
·eñore.· inquisidores les
sefíalaron lugar al lado izquierdo del tablado, arriba,
.dcspué
del Cabildo seglar, con condición qu e se
en comenc1a... en de la custodia rlel 1ablado
'y
de las
ca as de la In quisi ·ión con los .·olclacios el e sus ban–
dera~,
ele ele el Sábado por la mafíana que se enar–
bola e el
c.
·tan darte de la fe, ha ·ta el Domin go que
se acaba e el auto, quienes con mucho gu sto Yinie–
ron en ello y lJ oyaron un recaudo al Gobernador,
como
á
s u capitán general, para que así se·Jo orde–
na. e, qui en al punto lo hizo, dando juntamente al
presidio
y
más gente de guerra la orden sigui ente:
«Qu e el presidio todo estuviese acpwllos dos días
-en arma; que en todas partes se doblasen las postas;
que anduviesen por
la.
ciudad, día
y
noche, rondas
dobles ele á pió
y
de
á
caballo; que los capitanes de
la ciudad tuyi esen el sábado al amanecer sus bandé–
ras en la plaza, en cierLo·s puestos con sus cuerpos
de guardia
y
sus sold ados li stos,
y
que la artillería
se plantase en las bocas de ella
y
que los artilleros
se estuviesen con ella,
y
que la compafíía de
á
ca–
ballo anduviese por dentro y fuera de la ciudad,