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presenciaba el pueblo de Cartagena, debemos trans–
-cribir aquí á la letra la relación que de ella en·viaron
.al
Con~ej o
los mi11istro, del Santo Oficio.
«Publicaron lo sefiores inquis idores, licenciados
P edro 1Iateo ele Salcedo
y
Juan de Mafiozca, el auto
de fe que e habia do celebraren esta ciudad ele Car–
tagona, adonde por su merced es , e ha entablado
nuoYa i nqui ición , en Yointi un o doDiciembre do mill
y
oiscicn to
y
trece, para dos de Hebrero ele seis–
cientos y catorce, clia do la Purifl cación ele Nuestra
Seiíora, habiendo primero hecho las diligencias que
S . :JI. por ·u real cédula
y
el
soii or I11 qnisiclor Gene–
ral y el Consejo de Jnquisrción por la suya man–
dan, que son las siguientes :
«Aquel dia por la maiiana o juntaran en la sala
de ·n audiencia, do donde om·iaron recaudo al Go–
bernador
y
Cabildo do la ciudad, que ya ele antes es–
taban proYenidos, con el alguacil de esto Santo Ofi–
c io, de qu e aquella tarclo so babia de publicar el auto
de la fe y que so los hacia saber para que estuvie–
-sen avisados y acu li osen al Santo Of1cio en lo que
de su part e se los pidi ese. Es te mismo recaudo se
envió al Deán y Cabildo eclesiás tico sede vacan Le,
_y
luego á la tardo se j un Laron á las puertas ele la In–
quisición los vecinos más principales y honrados,
muy bien aderezados,
á
caballo, que pasaron de cin–
cuenta, para ir acompaiiando al alguacil, secretario
y
receptor c:ella, con mucha música ele atabales,
chirimías
y
trompetas, y clesta manera con buen or–
den salieron ele la Inquisiciór y dieron por las ca–
lles para ello seilalaclas los pregones necesarios con
la mayor auctorid-ad que la posibilidad de la tierra