EN CARTAGENA DE INDIAS
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jero (3 de marzo de 1786)y por haber sido transladado
á México en 1788, le :::ucedió en 16 de enero de 1790,
don Angel Celedon io Prieto de la Rosa, hombre de
carácter fogoso
y
violento, qu e lu ego hubo de chocar
con los empleados y ponerse en contradicci()n abierta
con sus colegas, á quienes acusaba de seguir obser–
vando «sus sistemas antiguos de arbitrariedad>> pi–
diendo, á su vez, providencia
á
fin de que todo se
repusiese ccá
la formalidad, uniformidad y verdad
del instituto.))r
Con este sistema en que nin guno de los ministros
estaba dispuesto á soportar sus rcci procas mol estias,
no era posible que la armo ní a se conservase, vién–
dose de nuevo el Consejo en la necesidad de amo–
nestar sériamente al fiscal, á quien se echaba la
culpa de la desunión de los miembros del Tribunal.
En tales circunstancias, el decano Mariana
y
Zafrill a
fué promovido á la Inquisición de ·Llerena, habién–
dose negado á aceptar la translación, fundándose en
que «en las actual es circun stancias en que se halla
este Tribunal, expresaba, no/ conviene ele modo al–
guno el qn e yo me separe de él, respecto
á
que en el
mismo instante se renovarían con mayor empeño las
disputas que ha promoviao mi colega el inquisido r
fi scal, si el colega segundo no concordaba ciega–
mente con s us ideas : de aquí resultaría el que los
mini stros y RR. PP. Calificadores, que se hallan
muy disgustados, se retirasen del Tribun al, como
me lo han significado, y éste se acabaría de perder
escandalosarnen te.
))2
1.
Carta de
3r
de mayo de
1790.
2 .
Carta de 3! de julio de 1790.