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EN CARTAGENA DE INDIAS
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ser apetecible·, llegando las cosas
á
tal extremo que
Ilarduy,
r
se creyó en el caso de hacer dejación de
él,
y
lo que · nunca se había visto, qu e aún en Ma–
·drid no qu erían muchos aceptarlo.
Por fin., en febrero de
1753
llegaban como fi scal ·
.don José Gregorio de Aleg-ría,
y
á mediados del año,
-el
inqui sidor don Francisco Santos de León, qu e tu–
vo el cargo has ta
1761 ,
fecba en que se le translacló á
Barcelon a. Aquél fué reemplazado en
1.
0
ele diciem–
bre el e
1755
por don Tomás de Cuber
y
Linián,
y
-éste, á s u vez, el
23
ele noviembre ele
1761,
por don
·Cristóbal Fierro
y
Torres, que falleció ele pulmonía
€1 21
de marzo ele
1768,
después de haber ascendido
á
inquisidor el
12
del mismo mes de
1764,
fecha en
·que ·fu é reemplazado en la fi scalía por don J ulián
Vicente Gonzá]ez de Anc1ía. En ese mismo aüo
(15
.ele marzo) se de, pidió para Sevilla don Joa quín de
Arias
y
Urbina, para donde estaba desig nado desde
hací¡;¡. cuatro a ños, precisamente á tiempo qu e fall e–
da
(25
de marzo de
17G1)
otro el e los ministros, don
I..uis Barrera
y
Quijano.
·
'
Alegría, que era el minis tro qu e por esa época
duraba más tiempo en el Tribunal, había 1eniclo
por compaií ero desde
1761,
por promoción de Leó n,
á
don José Antonio cie Umeres y Mieancla, oriundo
.cte Santiago de Chile, pero después de al gún tiempo
se enemistó con él, tildá ndol e en sus comunica–
dones al Consejo ele criollo. Umeres fué
también
·el único de log mini s tros del Tribunal, según cree-
r.
Ilarduy, quien según creemos era hijo del receptor del Tribu–
nal de Lima, Tomás de llarduy, obtuvo ser transladado á Córdoba,
•
J1abiendo partido de Cartagena en octubre de
17S4.