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J.A
1:-\QUI SICIÓ~
mos, qu e por e e entonces fu ese cleYado á una mi–
tra, ascenso que en otras Inqui siciones de América
era cosa ·poco menos que obligada.
1
En elültimo tercio de aquel siglo habían servido·
en el Tribun al don José Gregorio \.l onso de Ortigo–
sa, como fi scal,
y
don Manuel Ruiz Vallejo. Ambos
tomaron posesión ele su s cargos el mismo dia (2 de
junio el e 1770), aquél en reemplazo el e don
J
ulián de
Amestay, q
LlO
pa rtió para Espalla el 13 de junio de
1771.
DonJuan Félix de \
i
llegas, clérigo que residía en
Bogotá
y
qu e habi endo ll egado primero como fiscal
ascendió después, como era de regla,
á
inquisidort
fu é reemplazado,
á
su voz, en aquel cargo, en octubre
ele 1780, por don Francisco Rodrígu ez de Ca rasa.
Era el fl scal individno propenso á tacharlo
to–
do; no hablaba bien de . nadie; satirizaba en sus
escritos á s us colegas; empeñado s iempre en he–
rir á quien podía; re pirando sólo odio
y
vengan–
za; en extremo irritable; an imado de un espíritu
s ingular ele contradi cción, ya se comprenderá el
aprecio que merecía
á
sus colegas
y
al vecindario.
«Los suge tos más distin guidos del pueblo, teniendo
ya conocid a su e:s:trafla índole
y
ge nio altivo in sul–
tante, confesaban sus colegas, evitan su comunica–
ción cuanto les es pos ible. Causa admiración
y
aún
1.
Umeres partió para Panamá, cuya mitra se le concedió, el 6
de junio de
1778.
La carrera de ese inquisidor consta de dos relacio nes de méritos:
suyas que tenemos á la vista, impresas en los años de
1753
y
1765-
Véanse ambas, junto con su biograr:a:- en muestra
Bibhoieca
his–
pano-chilena,
t.
II,
pr.
So7
y
583.