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J1orror el Yil ipcncl io
y
mono precio co n qu e h aLla
flo algunas familias
y
porsonrrs principa les el e esta
ciucb d,
~ in
que hayamos pod ido sabe r que lo h a–
yan dado el más levo moLí vo ele senLimi cnLo ó dis–
g usto)) .1
P oco después agregnlJan, co n ocasión de los nu e–
YO~
lance
que los ha bían ocurrido con él: cela te–
w oriclacl
y
des pecho co n qu e prosigue turbando al
Tl'i bun al e nos hace ca da día más intolera bl e; nues–
iro . ufrimiento, en luga r ele Lernp larle, como espe–
r ábamos, le ha ll enado de un a impond erabl e altiYez
é
insolencia con que prorrumpe in cesan temente en
injuri as
y
cli cterios .>)
2
E s ta s ituación, qu e so hacia in sos teni ble, vino
a fortun adamente á termin a r co n la int ervención del
secretario don Antonio
do
Vi llalta , quien, hablando
á un os y á otros,
co n ~i gui ó
qu e
so
r euniesen en casa
d el inqui. idor más a nt ig no,
y
dando a ll í a l olvido
las pasadas diferencias, adoptasen para lo futuro una
norma de condu cta m<:is temp lada
y
segura .
Y
en verdad que ya era tiempo. Noticioso el Con–
sejo de la desunión ele los minis tros, les envió car ta
a c.ordacla en la qu e manifes taba h allarse persuadido
que ella obedecía c al ernpoüo de sali r cada cual eon
S\.l
dictámen y ag ravia rse po r personalid ades y
emu–
lacion es, s in qu e en ni ng uno aparezca, decía, aquel
.colo de la honra y gloria de Dios
y
hono r del Santo
Oficio, ni otro espíritu qu e el de partido
y
propia sa–
t is facción. >)3 Para atajar, pu es, que el mal siguiese
r. Carta de Villegas,
y
Moriana,
12
de abril de
1783.
'2.
Carta de 23 de mayo de
1783.
3.
Carta acordada de 29 de agosto de
1
?83.