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L.\. I:\'QUISICIÓ:-1
Real Audiencia do Santa Fe carta on que se pre–
sentó gravemente ofendido do los quo ponderaban
agraYios de el gobernado r, así en Ja ejecución de
los órdenes referidos, como en la recl usión en que
le conLenia, de que remitía testimonio junto con
una real céd ul a s u fecha en 12 de junio de
1683,
que, á no tener tan encandi lada la vista de la razón,
debiera conocer era un a nueYa testiflcación de sus
desaciertos y un a rg umento real de sus inobe–
diencias, pues conclenándosele en olla las pasadas
y
cncnrgándosele por S . M. para lo ele adelante la
obediencia á los órdenes el e aquella Real Audiencia,
en nada le había CLlmplido, no estando ya
ol
terreno
ele su pecho para que pudiese lograse un fruto co–
rres pondi ente
á
la semilla de tan altos preceptos>>.
1
En esos días arribaba
á
Cartagena el nuevo go–
bernador, don Juan Martínez Pando, hombre de
mucha más enerjía que s u antecesor, pero no de
tanto acaso como la de que hacía alarde Valera en
aquella emergencia, y poco después que el goberna–
dor recibía la órden ele la Aud iencia de Santa Fe
para proceder á la expulsión del prelado, ofreciendo,
si fuera necesario, perder la --riela en el lance an tes
de faltar
á
las obligaciones con que naciera y
á
las
sagradas de su cargo.
Viene
á
poco la real cédu la de
16
de mayo de
1G88
cometida al mi smo Valera para restituir
á
su
s illa
á
Benavides mientras su causa se ve en el Con–
sejo de Indias,
y
aquélla cumple, apesar de las ins–
tancias que en contrario le hacía el gobernador, te-
1.
Manifiesto histórico,
etc., hojas 6 vuelta
y
recto de la 7·