EN CAHTAGENA DE INDIAS
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.:no cupieron en España y que, si vinieron buenos,
los. prevaricó la tierra, qu e de su propio fruto no da
más que indios torpes
y
viles á todos visos) se da ve–
neno, pues se tiene por cierto que murieron con él
D.onfray Cristóbal ele Lazárraga, obispo que fué de
esta ciudad,
y
toda su familia; que á efectos del dicho
veneno se atribuyó la muerto ele don Juan de Lorri–
gui, que hacía oficio de fiscal, y también se cree ha–
ber mue1:to de veneno el gobernador que lo era
.cuando yo llegué aquí.))
Después de oir semejante relación, parece inútil
-entrar
á
detallar los otros delitos de Uriarte, confa–
bulado para:ellos con el inquisiclor Ortiz
y
el abogado
Ovi ecl o, todos íntimos y llgados entre sí por tan tor–
pes relaciones, que Oviedo c<casó con una mujer con
qnien Uriarte tuvo amistad ilícita,
y
segu idamente
.con otra hermana suya
y
con la madre de ambas,
y
que con ósta tuvo también am istad ilícita el inquisi–
<:lor Juan Ortiz.))
Los vecinos de Carf;agena, perfectamente impues–
tos de estos antecedentes
y
de lo que había pasado
-en la visita de Heal; que conocían las rnañas de
Uriarte
y
le veían poderoso con su dinero; que Pe–
reiea era su parcial; que el gobernador deseaba sus
buenos sucesos; que el Obispo ele Santa 11arta an–
l1elaba por ól y sus partidarios; que le veían repetir á
n1odo de estribillo: e<iránse los huéspecJes y matare–
mos el gallo;)) creían, y al parecer con razón, que
las gestiones de Medina Rico estaban destinadas á
fracasar corno las de su predecesor, y que, si así su–
cediese, infeliz del que habiendo depuesto como tes–
tigo contra ellos, cayese después en sus manos!