EN CARTAGENA DE INDIAS
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graron por fin establecer el Sc1nto Oficio en las pro–
vincias del a Florida, que de tanto tiempo a tris
de~ea
ban, á
~cuyo
efecto enviaron cn]blanco los nombrr.–
n1ientos ele comisario
y
familiar al gobernador den
Luis de Rojas
y
Botja, temiendo que de otro modo
no los recibieran))' por ser toda aquella gobernación
población de infanterla, que aún hasta los mismos
frailes ele San Francisco que sirven de doctrineros,
tiran plaza de soldados, sin que hubiese otro género
<le vecinos,
y
como el ele ·guerra es tan licencioso,
nos pareció había de tener dificultad)),
r
Ocupáronse también, en virtuu de órdenes del
Consejo, en recoger, entre otros, un libro manus–
crito intitulado
El Solitario Onofre,
cuyo autor se
.decia ser el doctor donJuan del Castillo, que vivía
€11
Cartagena, según parece, dando orden para que
..de ningún modo se imprimiese;2
y
en la instruc–
.ción de dos causas curiosas por los personajes que
.en ellas figuraban: una contra don Rodrigo Martí–
nez de Fresneda, del háLito de Montesa, contador
mayo_r de cuentas de Santa Fe, por haber dicho en
.conversación qu e «Madrid era gall nrdo lugar
y
que
nohabía criado Dios olrocomoél ni lo podía criar,))3
y
en la que recibieron especial agrado por haber sido
.condenado en cierta multa y otras penas, obtuvo una declaración de
.que su sentencia no le obstaria para obtener cargos, y orden para que
-se le devolviese el dinero, presentando en apoyo de sus pretensione-s
un memorial impreso, que es sumamente raro y de cuya causa y me–
morial hemos de tratar luego por extenso.
1.
Carta de 18 de
febr~ro
de r63o.
2.
Carta de
27
de junio de I63o.
3. Estos autos los envü¡ron al Consejo con carta de 29 de agosto de
t63o.
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