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LA I TQUISICIÓN
Hé aquí los términos en que Mañozca refiere la.
celebración de esa fiesta, que se verificó el domingo
13 de marzo de 1622 y en la que iba á quemarse un
hom
b~e
por primera vez en Cartagena.
«En gloria y honra de Dios, esperamos habrá
sido su celebración, que aunque
sólo
hubo ocho pe–
nitenciados, concurrieron todas las ealidades que
en el más célebre que se ha hecho en las Inquisi–
ciones pudo haber. Hubo un relajado, de nación in–
glés, llamado Adán Edón, hereje protestante, que
con todas las diligencias que el derecho y V. S. or–
dena que se hicieron con él y otras muchas, que por
espacio de dos años nunca ' se quiso reducir; siem–
pre estuvo pertinaz defendiendo sus errores, en cuya
defensa murió al fuego, con tanta pervicacia que ad–
~niró
á todos su ceguedad, pues, sin estar atado, de
su voluntad se sentó sobre los haces de lefía y se
estuvo inmoble sin n:enear pie de donde los puso.
Era hombre de hasta 32 años, bien ajestado, media–
namente latino y hablaba claro el espaiiol, com–
puesto en su hablar, en un exterior falaz y enga–
ñoso por una modestia natural
ó
artificiosa con que
hiciera grandísima batería si en las partes donde
fué preso, que fué en la provincia ele Cumaná, se
introdujera.
r
r. La causa dt: Edón es digna d.e mayor desarrollo. Era natural del
pueblo de Budol, distante cuarenta leguas de Londres, y fué pres.o
por el comisario de Cumaná por información que hizo de que, vi–
niendo embarcado, se apartaba de los fieles que hacían sus oraciones.
y
porque alguna vez llevándole á besar la imágen de Nues-tra Señora,
la desvió de sí. Iba á Cumaná en r6r8 desde Sevilla como agente de
un mercader
ingl~s
establecido en esa ciudad para comprar tabaco.
«Y en esta ocasión, decían los Inquisidores en carta de
10
de julio