EN C.\.RTAGENA. DE INDIAS
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decía que Dios
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era poderoso para librarle ele ellas.
Domingo Martín Valle denunciado de que no se
'0onfesaba ni oía misa _ni haeía obras de cri stiano
ni quería confesarse con otro hombre como él
y
pe–
-cador como él, que fué llevado en los galeones á
Sevilla _en háb ito de loco, previos cincuenta azotes
que se le dieron
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el patio ele las casas del Tri–
bunal.
Juan Rodríguez Coronel, portugués, que se ele-_
nunció ele que siendo niño
y
hallándose en Francia,
.después ele haber· sido cautivado, dijo que no creía
en la Madre de Dios y otros reniegos, fué absuelto
ad cautelam
y
recibió algu nas pe11itencias espiri- .
tual es .
·
Francisco de Montiel, comerciánte en harinas, que
se negó á venderlas á los Inquis idores
y
que por
e llo llevado preso al Tribunal
y
al i ndicarle que se
quitase la espada, elijo allí en altas \'Oces que votaba
á
Dios que, si supiera que Yenía pre o, que no vi–
niera hasta saber si los Inquisidores eran sus jueces
ó
nó, y que por todo hubo de pagar doscientos pesos
para gastos del Santo Oficio.
J?artolomé Fernández, Yecino el e b anta Fe, que al
oir leer allí los edictos ele fe elijo que muchos mesti–
zos é indios no los entendían siquiera
y
que los tales
e dictos no servían sinó para encerrar á los hombres
.como puercos en los chiqueros .
Lucas de Rojas Sotolongo, vecino de la Habana,
que por no haber querido que se embarcase con él en
un bote cie rto familiar delSantoOfi cio que iba á visi–
tar un buque, dijo que qué famili atura de trampa era
aquella,
y
otras palabrotas sobre lo mismo, fué des-