Previous Page  104 / 482 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 104 / 482 Next Page
Page Background

94

LA INQUISICIÓN

do caso se_ayunase el sábado, «Se fué á su casa

y

l~

elijo que mentía como grandísimo bellaco en lo que

había respondido

y

que no sabia lo que había

dich~,

y

que votaba

4

Dios que ni el Papa sabia lo que se

decía si tal decía.» Fué, además, condenado .en cien

azotes, en destierro perpetuo ele las Indias

y

en tres

mil pesos para gastos del Santo Oficio.

Juan Mercader, buhonero francés, de veintidós

al"tos, residente en Cartagena, á causa de que pregun–

tándole cierta persona si había tomado la bula ele cru–

zada, respondió que no necesitaba anclar con papeles

en lafatrilquera, porque no comía leche ni huevos,

y

que con dar dos reales de limosna á un pobre estaba

absuelto; que no creía en el purgatorio; que se decía

luterano; que los franceses no eran bobos al no que–

rer admitir al Santo Oficio en sus tierras, etc.: cuyas

palabras le valieron doscientos azotes

y

cuatro ai'íos

de cárcel.

De le vi

abjuraron:

El licenciado l\Iartin de Carquizano, clérigo pres–

bítero, que fingió el cargo de cotr1isario y se aprove–

chó de él: fué degradado verbalmente, privado de

'

beneficio

y

condenado á seis aiios de galeras .

Juan Lorenzo, limeiio, mulato esclaYo ele un frai–

le de San Agustín,

fc1.m

o so hechicero, que sabia la

oración ele la estrella, acabándola en «amén, J esús,»

y la ele Santa 1Iarta y la del Sefíor de la Calle, «que

toda es llena ele invocaciones ele demonios

y

supers–

ticiones diabólicas:)> llevó doscientos azotes

y

des–

tierro por diez anos.

Francisco Rodríguez Cabral, portugués, que oyen–

do decir en el credo «resucitó ele en

tr~

los m.uortos,

»