-78-
tonia Lucía del
E~píritu
Santo, cuyo original está en
el arclúvo de este Monasterio de Nazarenas de Lima
como á la letra lo sigue:
.
((Para mayor honra
y
gloria del Altísimo Señor Dios
Nuestro, y confusion mia: digo en este papell.o que por
misericordia de su
~lagestad
Divina entendi6 mi alma
estando en oracion, no mereciéndolo yo por mi ruindad.
Mas antes que pase adelante diré sí, que soy mandada,
que menos no tuviera aliento; por que secretos de mi al–
ma ni aun
á
i:ní misma los fio: porque por la gracia de
mi Dios los dejo todos en la mano poderosa de donde
salieron: cautela que sigo para el resguardo de mi mu–
_cha,miseria, porque el .amo;f propio no •e encuentre con
la ilusion, y
.sbarrttnque la vanidad
á
la pequeñez
mia.
·
<(Ahora sí digo, que afligida y llorosa con la tribula–
cion de algunos desamparos en que me veía, d" e
á
su
Magestad Divina de esta manera.
<(Amoro~o
amor Divi-
/
no, vuélve los ojos, y mira _á quien con amor
y
fé te lla-
ma, que aunque yo por ser la que tú sabes desmerezco
el bien
á
que anhelando ando;' por tí mismo he de al–
canzar este bien:
respond~
Señor
á
mi alma; no asi con
tanto silencio mortifiques mi ruindad: mírame, que mu-
ger pequeña me ahogo, y temo no falte mi alma á la es'–
peranza divina, que sm1tiré caer en. la . tentacion de la
desconfianza.
y
o fuí llamada de tí para el seguimiento
del Instituto Nazareno: este es el que me tiene al yugo
de trabajos que padezco en desamparos é incomodida-
des de esta casa: cuando Señor llegará la hora de este
tránsito! Divino Señor,
y
dueño mio, parece que no ha
sido luz divina el consuelo en que viviendo he estado,
porque
s~gun
se dilata la dicha:de pasar al Santo Cristo,
muchas veces me habré engañado, si lo que dudo
es así.
,
«Estando asi llorando, sentí de repente como una ma–
rea suave, con incomparable consuelo, toda en gozos de
la fé, que con· ella
~aba y~ p~r
hecho lo que poco antes
lloraba dudosa: pas6 esto
á
ele-vacion de los sentidos:
y