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calle de Monserrat con la nieta mayor, que tendr!a

u

trece

á

catorce años, á rogarle

~

la sier va de Dio

le

r ecibiese aquella niña, á lo cual le dijo no había lugar;

y

diciéndole la niña que quería la r ecibiese, que lo de–

seaba,

y

queria ser Beata, le volvía

á

decir la sierva de

Dios, que ella no lo seria, que su hermanita la menor sí

lo seria, y que ella se fuera con su Madre y Abuela al

Callao, y que no se viniese á Lima, porque le habia de

suceder un trabajo muy grande; y asi sucedió, pues pa–

sados algunos años se vió cumplido todo lo que la sie-rva

de Dios le dijo, y entró su hermana menor que les dijo

la sierva del Señor, que se llamó Catarina de Cristo,

y

fué muy santitl y observante en todo: murió poco an–

tes de la fundacicm. Dios sea alabado

pJc

todo.

Supimos tambien, que estando el caballero D. Loren–

·zo de Córdova, Padre de Doña Maria de Córdova, muy

'malo, 'tiesalJuciado de todos los Médicos, envió su esposa

un recado, pidiéndole

á

la sierva de Dios encomendase

á

Dios á su esposo, que estaba muy afligida de verle en

el riesgo tan grande en que se hallaba_. A lo cual res–

pondió la sierva del Señor, enviandole

á

decír que no

se afligiese; que no moriría; que conmutaría Dios su vi–

da en la de un hijo suyo, Y. asi sucedió, que teniendo

solo un hijo varon en quien se es.taban mirando todos,

y

en la ocasion bueno y sano, luego le dió un accídent e

repentino del

9.ue

murió,

y

su padre se levantó, quedan–

do bueno y s

ano c

on admiracion de todos, y vivió des–

pues muchos años.

Un día que yo tenia- algunas dudas en mí, dice en

§U

re1acion el Liyenciado D. Juan Can·ion, .la pregunté al–

gunas cosas de su espíritu;

y

en · algunas que ya no me

acuerdo, me dijo, cómo, aunque indigna, Santa Teresa

de J esus la hab!a e:onsolado mucho, diciendola: no

te–

mas, no te

aflijas~

tuya es la fundación. Con esto era

muy fortalecida, y de muchas dudas que la afligían la

sacó la Santa muchas veces, enseñándola y alentándola.

Así mismo, diciéndome la sierva del Señor las gran–

des misericor dias

y

efectos que estaba experimentando,

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